"El Área de las Artes es una oficina de contratación", afirma el PSOE

"Esto va a ser el Covent Garden madrileño', prometió Alberto Ruiz-Gallardón. Y después de dos años como alcalde, todo sigue igual", dijo ayer la portavoz del grupo municipal socialista, Trinidad Jiménez, en las ruinosas instalaciones del antiguo matadero municipal, anunciado como un centro de recursos culturales y artísticos. Jiménez incluyó este ejemplo "de la dejadez municipal" entre sus críticas a la gestión cultural de Gallardón y su equipo. "El Área de las Artes funciona como una oficina de contratación", dijo, y reclamó mayor atención a los "infrautilizados" centros de los distritos.

El uso de estas edificaciones del viejo matadero de Legazpi, situadas entre el paseo de la Chopera y la M-30, es reivindicado por los artistas madrileños como un centro con recursos para la creación, al estilo de iniciativas de ciudades como Berlín o París o espacios como Arteleku en San Sebastián o Hangar en Barcelona. A éste se refirió como ejemplo Trinidad Jiménez.

De momento, los responsables municipales preparan en el espacio del matadero madrileño -que ocupa unas siete hectáreas- el montaje de los escenarios para los próximos Veranos de la Villa, pero no hay fecha concreta de los resultados rehabilitadores que transformarían el conjunto arquitectónico en bibliotecas, talleres, locales de ensayo y lugares de exposición que prometió el alcalde.

Bolas de rastrojos, cristales rotos, suelos de tierra, muros y tejados ruinosos era el escenario del recorrido que Jiménez -acompañada por la responsable socialista de cultura Rosa León- propuso a los periodistas durante la mañana de ayer por las naves abandonadas del matadero de Arganzuela, en su mayoría aún pendientes de restauración. "Esto está igual que cuando vinimos hace tres años durante la campaña electoral", recordó la concejal.

"No existe una verdadera concejalía de las Artes. Ésta se ha convertido en una oficina de contratación, con franquicias e intermediarios", opinó la representante del PSOE y reprochó a Gallardón que haga "política dual: una de escaparate, con mucho dinero en grandes montajes que disfrutan unos pocos, y otra de programaciones paupérrimas en los distritos, sin presupuesto ni gestores especializados".

Las críticas de Jiménez llegaron al Womadrid, "festival de música que duró tres días y que ha costado casi un millón de euros, al que sólo han asistido 25.000 personas de las 60.000 previstas. Mientras que la XI edición de La Mar de Músicas, en Cartagena, duró 23 días, con un coste de 750.000 euros".

Por su parte, Rosa León aludió a la poca atención que el Teatro Español (coliseo de gestión municipal), presta "al tejido teatral de Madrid". También reclamó el fomento de la expresión artística en las calles y en las salas alternativas.

"Podemos hacer más cosas conectadas con la demanda cultural de la gente y con el fomento de la expresión artística de los jóvenes. Se está llevando a cabo una política cultural rancia, sin identidad propia, con las mismas propuestas que cuando era alcalde Manzano".

0,58 libros por habitante

No se han creado más bibliotecas municipales, apuntó la concejal y señaló que el ratio por habitante de ejemplares sumando los fondos del Ayuntamiento y la Comunidad es de 0,58. "El más bajo de las comunidades autónomas", precisó. "¿Y qué ha sido del Bibliometro, un proyecto anunciado en septiembre de 2004 y que Gallardón dijo que sería una realidad en abril de 2005?", se preguntó Jiménez por la mañana.

Pocas horas después, el coordinador general del Área de las Artes, Carlos Baztán anunció que el Bibliometro se pondrá en marcha el próximo 15 de julio en la estación de Nuevos Ministerios. Y antes de fin de año, añadió, funcionará en siete estaciones de metro más, con un total de 500 títulos. Baztán respondió asimismo a las críticas socialistas sobre la política cultural municipal, que calificó de "exageradas", y negó que la programación sea elitista.

Izquierda Unida también criticó hace pocos días la situación de las naves del matadero. La concejal Concha Denche señaló "el lamentable estado de abandono" y exigió que "de una vez por todas, un espacio privilegiado comience a ser de verdad un centro cultural".