El inglés avanza en las universidades
Varios centros académicos andaluces permiten estudiar algunas asignaturas en el idioma anglosajón
Yo tengo un nivel First Certificate y he escogido estudiar la asignatura en inglés para ser más competitivo en el marcado laboral. No tengo problemas de comprensión y las clases se siguen muy bien". Enrique Coronado, de 22 años, es uno de los alumnos de la Universidad Pablo de Olavide que se ha matriculado este año en la asignatura troncal Dirección Financiera. Estudiante de quinto curso de la licenciatura conjunta de Administración y Dirección de Empresas y Derecho, Coronado asiste junto a una veintena de compañeros a la clase que imparte Javier Fernández Navas en la universidad Pablo de Olavide de Sevilla. La misma asignatura en español tiene matriculados a más de 200 estudiantes. Pese a estos números, cada vez son más los alumnos que piden a sus profesores la posibilidad de estudiar en inglés aunque, según Coronado, la diferencia es todavía notable y gana el español porque "muchos alumnos o no se quieren complicar la vida o están inseguros". Fernández Navas coincide con el alumno en que "al principio le cuesta más y participan menos que en el grupo español". Añade que si "al principio costaba entenderlos, ahora el nivel ha avanzado muchísimo". Para Coronado, la lengua no es lo único que le atrae de la asignatura, también "la ratio, porque hay un tope y somos menos en clase lo que facilita mucho las cosas". La Universidad Pablo de Olavide fue el primer centro andaluz que ofreció, en el año 2000, la posibilidad de elegir la lengua en diferentes asignaturas. Una experiencia que también han seguido otras universidades con más o menos éxito.
Las dos universidades de la capital andaluza ofrecen esa posibilidad a sus estudiantes en diferentes asignaturas al igual que la Universidad de Huelva y Granada. En Almería se puso en marcha la experiencia el curso pasado aunque la falta de profesores (sólo dos se presentaron voluntarios), de estudiantes y de financiación, no ha permitido que este año los alumnos de la facultad de Ciencias Económicas y Empresariales puedan seguir estudiando en inglés. Algo parecido ocurrió en la Universidad de Málaga que, después de varios intentos en cursos pasados, ha abandonado de momento la idea por la falta de demanda. "La opción del idioma es uno de los objetivos del plan estratégico aunque siempre que haya aceptación por parte de los alumnos. Decidimos quitarlo aunque si hay demanda, lo volveremos a ofrecer", explica el director general de Comunicación de la Universidad de Málaga, Miguel de Aguilera.
La Universidad de Jaén y la de Cádiz no han puesto de momento en marcha el programa.
La Universidad Pablo de Olavide, en cambio, sí ha apostado claramente por el inglés y ha tenido que poner un cupo ante la alta demanda. "No damos clase de inglés ni valoramos el nivel que tiene el estudiante en ese idioma. Yo les examino de Dirección Financiera pero sino saben un mínimo, evidentemente van a seguir las clases con dificultad", explica el profesor Fernández. Al docente, ingeniero industrial, le ofrecieron la posibilidad de dar las clases en inglés tras su vuelta de Estados Unidos. Una experiencia que califica como "muy buena aunque al principio cuesta". En su clase, los alumnos preguntan, participan y escriben en inglés. Para Nadine Kuboth, erasmus alemana, aprender otra lengua diferente a la española es "un plus" durante su estancia en España. "En Alemania lo voy a utilizar mucho y es muy importante en los negocios", señala.
El único profesor de la Universidad de Huelva que imparte clases en inglés, Enrique Bonsón, comparte la idea de la estudiante alemana. "Enseño la asignatura de Contabilidad General y Analítica a alumnos de cuarto de Administración y Gestión de Empresas desde el curso pasado. Tengo tres grupos, dos en español y uno en inglés. En este último recalan el 10% de los matriculados, la mayoría son alumnos que luego se van de erasmus o que ya han estado fuera. También tengo a estudiantes extranjeros y creo que la posibilidad de un idioma diferente al español y que se habla en todo el mundo atrae a muchos estudiantes de fuera de España", afirma. Bonsón se muestra convencido que "la integración europea pasa porque los alumnos sepan hablar un inglés técnico".
En Granada, los alumnos de Magisterio pueden cursar la asignatura optativa Organización y Gestión de Centros Educativos en inglés y en La Universidad de Sevilla los estudiantes de la diplomatura de Ciencias Empresariales tienen la opción de seguir sus estudios en ese idioma. "Formamos a futuros emprendedores y aprender esa lengua es fundamental en las relaciones con las empresas", afirma la directora de la escuela sevillana universitaria, Isabel Vázquez que recalca que " en el espacio superior de educación europeo es fundamental el inglés". La directora valora de forma muy positiva el conocimiento del idioma por parte de los alumnos. "Únicamente uno ha abandonado y se ha pasado al español", cuenta. La alumna de primer curso de la diplomatura, Patricia Márquez, explica que "en todas las asignaturas obligatorias y troncales salvo Derecho se habla y se escribe en inglés".
Para Vázquez, la idea es implantar esa posibilidad también en Turismo aunque la falta de profesores bilingües supone un escollo para que el idioma siga ganando espacio en los centros académicos.
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