Fraga proclama que defenderá siempre Galicia, aunque le queda "ya poco tiempo"
El candidato pide el voto para que la Xunta "no caiga en manos de la tropa"
La petición tiene forma de súplica. Una súplica para no acabar con "los mejores 15 años que ha tenido Galicia". Una súplica para que Manuel Fraga, su candidato, no termine con una derrota una carrera política que ha dilatado hasta sus 82 años. Fraga verbalizó ayer su súplica con toda crudeza: "Defenderé siempre Galicia. Ya me queda poco tiempo". Eso lo dijo a mediodía, en una comida mitin en Carballo (A Coruña). Los argumentos son los de cada día. Se trata, según Fraga, de evitar que la Xunta "caiga en manos de esa tropa" que se "fotografía con la corona de espinas de nuestro Señor".
Mitin a mitin, y ayer fueron tres, Fraga intenta demostrar tres cosas: Que es capaz de aguantar pese a sus 82 años el agotador ritmo de una campaña electoral; que su partido va a movilizar a los suyos hasta el punto de vencer a las encuestas, y que él es, como mínimo, el menos malo de los tres candidatos que compiten en las elecciones del 19 de junio.
Guillermo Leal, uno de los teloneros del mitin de la noche, en Viveiro (Lugo) resumió también en una triada el mensaje a su militancia: "Don Manuel lo merece, Galicia lo necesita y España también lo necesita". Ésta apelación a los sentimientos es también proclama diaria.
La movilización del voto es exigida por Fraga y sus teloneros en cada acto. Cada uno a su manera. Xosé Manuel Barreiro, cabeza de lista por Lugo y vicepresidente de la Xunta, pidió ayer que la colecta se haga democráticamente. "Tenéis que sacar los votos de donde haya que sacarlos. Democráticamente, el voto hay que pedirlo, y con la cabeza bien alta porque tenemos muchos motivos de orgullo", rogó Barreiro. Su retórica nada tiene que ver con las bravatas que Baltar soltó a los suyos el viernes, cuando dijo a los suyos que se las apañaran como fuese, hasta "robándolos", para no recolectar ni un voto menos que en 2001. En Viveiro, Fraga le echó un capote a Baltar. Aseguró que lo de "robar los votos" era sólo una forma de hablar y pidió, a cambio, "buscarlos debajo de las piedras".
Hubo contadas referencias al terrorismo. Las justas para felicitar al "casi millón" de manifestantes que, según Fraga, participó en la manifestación de ayer en Madrid, y para criticar a los partidos que "animan a negociar con los asesinos de ETA". Poco más. Tampoco, como el viernes, la retórica llevó de la crítica al nacionalismo a una presunta ligazón con el terrorismo. Todo fue más moderado y más dirigido a captar a los electores por sus sentimientos. Algo así como que hay que votar al PP para no darle un disgusto a "don Manuel".
Los mejores años
Con ese clima, Fraga se emocionó al inicio de su primer mitin, una comida con sus militantes de la comarca de Bergantiños en la zona recreativa de A Cheda de Carballo. Ocurrió cuando rememoró su primera campaña electoral en Galicia, en 1989. Sus teloneros habían dicho que los 15 años de fraguismo habían sido "los mejores de la historia de Galicia".
Entonces, según él, "Galicia dio un salto adelante". Ahí contó que entonces el río de Carballo "iba negro y daba asco", pero eso "se ha ido limpiando". Y ahora, según el candidato del PP, puede darse un salto atrás.
Ése es también argumento diario con la tesis de que el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero "no quiere" a Galicia. "Podemos encarar el futuro pese a que algunos pretendan llevarse nuestros cuartos [dinero] a otro sitio", afirmó el candidato popular. Ahí, como cada día, en cada mitin, contó que "con un Gobierno de España se firmaron los pactos correspondientes" para sacar adelante el Plan Galicia. Eso fue con el Ejecutivo de José María Aznar, en enero de 2003, para paliar el descontento desatado por la catástrofe del Prestige. Tal descontento le costó al PP, por ejemplo, las alcaldías de las tres localidades en las que ayer Fraga fue a pedir el voto. En el mitin de la noche, Fraga insistió en esta reclamación: "No es posible aceptar que el Plan Galicia porque lo hizo otro Gobierno, no es un compromiso de Estado".
Fraga y sus teloneros repitieron ayer que el Gobierno central les niega el dinero necesario para sacar adelante las infraestructuras del Plan Galicia. "Y se los dan a Andalucía, a Asturias o a Cataluña". Lo de Asturias lo dijo a mediodía en Carballo, pero no lo repitió por la tarde en Ribadeo, localidad frontera con Asturias.
Junto a la Galicia preterida, el argumento de la entrega al Gobierno tripartito: "El pueblo sabe quién está con él y quién no se dejará llevar por sus compromisos con [Josep Lluis] Carod Rovira", clamó Fraga. El líder de Esquerra Republicana de Cataluña es, tras Zapatero, el más citado en los mítines de esta campaña.
También tienen su éxito en las menciones diarias los promotores de una serie de cortometrajes con un objetivo muy concreto: "Hay que botarlos", es decir, echarlos. "Hay unos que, con tal de botarnos, no dejan de hacer las mayores vilezas como esas películas que echan por ahí", se quejó Fraga.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.