"Pues se tienen que joder"

La moderación llegó el sábado. Después de un arranque de campaña en Ourense con gritos como: "Si no eres del PP, jódete, jódete", amenizados por el hombre fuerte de esa provincia, José Luis Baltar, que tocaba el trombón, su hijo Xosé Manuel, que acompañaba con el bombo, y la cabeza de lista para las elecciones del próximo 19 de junio, Amparo González, que tocaba los platillos, el entusiasmo militante llevó este escatológico lenguaje al mitin de la localidad ourensana Xinzo de Limia el viernes. Allí Baltar bromeó con "los que se enfadan y critican que digamos jódete, jódete". Baltar remató la faena: "¡Pues se tienen que joder!".

Quizás animado por la algarabía que despertó Baltar entre sus partidarios, Manuel Fraga utilizó esta procaz expresión para animar el voto. Dijo a su público que si el 19 es día de playa, "se tendrá que joder la playa".

Ayer todo fue mucho más moderado. Fraga aseguró que si hace bueno se pueden hacer las dos cosas, "porque hay tiempo para todo". Eso lo dijo en Ribadeo, segunda parada de un periplo diario que pasó por tres municipios gobernados ahora por una coalición del PSdeG y del BNG. Se trata de Carballo, capital de la comarca de Bergantiños (A Coruña), y las localidades lucenses de Ribadeo, en la frontera con Asturias, y Viveiro.

En Carballo Fraga dio una comida mitin a 2.500 personas que pagaron 10 euros por compartir pulpo y empanada con su líder. Allí, tanto Fraga como sus teloneros, el diputado Alberto Sueiro y el alcalde de Ferrol Juan Juncal, conminaron a los asistentes a trabajar como agentes electorales estas dos semanas. Los tres dijeron cosas como las: "El Gobierno socialista invierte 80 veces más en Cataluña y Andalucía que en Galicia"; "Zapatero quiere convertir Galicia en el furgón de cola de España"; "tenemos que votar a Fraga para evitar que la Xunta caiga en manos de partidos que presionan para que el Gobierno negocie con ETA"; "Touriño sólo quiere derribar un buen Gobierno y sustituirlo por otro dócil que acalle las críticas". De ahí a Ribadeo y acabó en Viveiro con una maratón de kilómetros a la espalda.