Vila-seca exige que se revise la concesión del pantalán de Repsol

La industria química y el sector turístico de Tarragona, condenados a convivir en un pequeño espacio, están librando su penúltima batalla. La Federación de Empresarios de la Hostelería de Tarragona (FEHT) y el Ayuntamiento de Vila-seca exigen a la Autoridad Portuaria una profunda revisión de la concesión administrativa del pantalán de Repsol-YPF, otorgada hace 30 años y que finaliza el próximo mes de octubre.

Alegan que es necesario adaptar el pantalán -la vía de entrada de crudo y otros productos- a las actuales exigencias medioambientales, así como la posibilidad de estudiar ubicaciones alternativas que reduzcan su impacto visual. Hoy por hoy, los bañistas de La Pineda toman el sol junto al pantalán.

Repsol-YPF no está dispuesta a cambiar de sitio el pantalán, pero sí a negociar con el Ayuntamiento de Vila-seca para encontrar una salida pactada. El pantalán es propiedad de Repsol, pero de él se benefician todas las empresas del polígono petroquímico, tanto por el uso que hacen como por los productos que Repsol les suministra. Por tanto, la instalación es de hecho la gallina de los huevos de oro de la industria tarraconense, sin la cual vería encarecerse sobremanera sus productos debido a los costes de transportar por otras vías la materia prima.

El consistorio de Vila-seca, respaldado por los vecinos de Cambrils y Salou, exige que el pantalán se someta a un estudio de impacto ambiental. El presidente de la Autoridad Portuaria de Tarragona, Josep Anton Burgasé (PSC), asegura que este trámite no es necesario al tratarse de una instalación ya existente, aunque un informe jurídico del consistorio de Vila-seca asegura que hay precedentes en sentido contrario y que la normativa europea obliga a realizar el estudio ambiental o a argumentar exhaustivamente porqué no es necesario.

Burgasé asegura que el consejo de administración del puerto, órgano que debe aprobar la renovación de la concesión, será "extremadamente riguroso" tanto en aquellos aspectos que beneficien a Repsol como en los que le perjudiquen.

El presidente de la asociación hotelera Salou-Cambrils-La Pineda, Salvador Pellicé, se suma a los argumentos de los ayuntamientos críticos y añade que el pantalán no cumple las exigencias de seguridad. Burgasé y Repsol lo niegan. "Si fuera cierto, lo deberían denunciar para cerrarlo", dice el presidente del puerto.

Los hoteleros ven en la finalización de la concesión administrativa del pantalán la oportunidad para actualizar una instalación que consideran de riesgo y que perjudica directamente sus intereses. Pellicé recuerda que ha habido varios pequeños vertidos de fuel al mar durante los últimos veranos, y que tiene "miedo" de que suceda un episodio de mayor gravedad. "Si no es posible trasladarlo, que se apliquen las máximas medidas de seguridad", dice el hotelero.

Repsol dice que construyó medio pantalán en 1993, después de que la embarcación danesa Robert Maersk lo partiera en dos en un sonado accidente.