West Virginia tiene un problema de peso
EE UU envía a sus expertos sanitarios al Estado sureño ante la epidemia de obesidad que afecta al 27% de su población
Por primera vez, las autoridades sanitarias de EE UU han empezado a combatir la obesidad mediante mecanismos hasta ahora reservados para el tratamiento y la prevención de epidemias. Los porcentajes de obesidad en la población de un Estado, West Virginia, son tan alarmantes como para que el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) haya iniciado una investigación similar a la que se pondría en marcha, por ejemplo, ante una epidemia por un virus desconocido o un escape de radiación.
La investigación, desvelada en primicia por The New York Times, representa un salto cualitativo en la actitud con la que el Gobierno de EE UU se enfrenta a un problema de salud que provoca casi 400.000 muertes anuales. Los responsables de salud de ese Estado han comprobado cómo la tasa de obesidad de su población crece a un ritmo sobradamente mayor que la del resto del país, que ya es de por sí preocupante. El 20,4% de los estadounidenses son considerados obesos; en West Virginia, esa cifra se eleva casi al 28% (en España es del 13%).
Un 10% de la población sufre de diabetes en West Virginia
El nivel de penetración de la obesidad dispara también las cifras de diabetes, con un 10,2% frente al 6,4% de la media del país; los problemas de hipertensión también superan con diferencia la tasa media de EE UU.
Según el Times, los datos son tan alarmantes que el CDC decidió enviar a ese Estado a varios equipos de "detectives médicos" para estudiar las razones del incremento de la obesidad. Su trabajo comenzó con un análisis de los hábitos alimenticios en los colegios. Estudiaron también el comportamiento de los individuos en los centros de trabajo y las opciones que tienen los empleados para, entre otras cosas, comprar bebidas no azucaradas o conseguir un periodo diario de tiempo libre para realizar ejercicio.
Los resultados del análisis, que no se harán públicos hasta entrado el verano, incluyen también un estudio del diseño urbanístico como elemento sanitario: algunas ciudades relativamente jóvenes han sido diseñadas sin aceras porque dan por hecho la supeditación del individuo a su coche, lo que fomenta el crecimiento de la obesidad.
Algunos expertos creen que el estudio sólo revelará lo que ya es sobradamente conocido: el exceso de grasa en la dieta estadounidense. Según los últimos datos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, uno de cada tres adultos estadounidenses (60 millones de personas), es obeso y otra tercera parte de la población tiene sobrepeso. Hace unos meses, este organismo del Departamento de Salud anunció que la obesidad ha alcanzado ya al tabaquismo como primer causante de muertes evitables.
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