El alcalde de Huesca prohíbe llenar las piscinas y 200 pueblos se abastecen con cubas desde mayo

La situación de sequía que vive Aragón, sobre todo el Pirineo, se hace patente en el inicio del verano cuando las piscinas de la capital oscense han abierto sus puertas con los vasos vacíos y vallados de cercas metálicas. Un bando del alcalde de Huesca, Fernando Elboj, del pasado 17 de mayo, prohibió llenar de agua las piscinas privadas y vetó el riego de jardines y huertas con agua de la red. La razón es clara, el pantano de Vadiello, que abastece a la capital, está al 14% de su capacidad. Ahora se ejecutan a toda velocidad las obras urgentes aprobadas por el Consejo de Ministros de mayo para llevar agua a la capital desde el Canal del Cinca y tener listas reservas en 30 ó 40 días. Ayer un portavoz del Ayuntamiento aseguró que la Policía Local inspecciona las instalaciones particulares para vigilar que se cumpla el bando.

Tomar el sol sin agua es duro, pero es el ejemplo más claro de la paradójica situación que vive el Alto Aragón. "Hay agua para 100 días", repite Elboj, que no ha dudado en usar mano firme para garantizar el abastecimiento. "El agua de boca, si se usa racionalmente, está garantizada para todo el verano", aseguraba el portavoz municipal. Pero mientras para abastecer a la capital se ejecutan las obras a toda velocidad, los 27 municipios que también beben del embalse de Vadiello piden que se piense en ellos y que Huesca sea solidaria con los que viven a pie de presa.

Y ante la escasez han saltado las chispas porque el alcalde comparó su trabajo con el de las hormigas y las protestas de los pueblos con la actitud de las cigarras. Lo cierto es que desde el pasado mes de mayo hasta 200 núcleos de población de la provincia de Huesca han tenido que ser abastecidos por cisternas o cubas, una tarea inédita ya que nadie recuerda precedentes de tener que llevar agua a pueblos de montaña. La Diputación Provincial de Huesca entregará dos cubas a la localidad de L?Ainsa el lunes.

Las piscinas públicas de Huesca abrieron el pasado miércoles pero apenas hay gente pese a que no se cobra entrada por tomar el sol junto al vaso vació. En julio, si hay alivio se podría llenar, pero de momento no llueve y los mayencos fruto del deshielo bajan escasos porque los montes del Pirineo tiene una reserva de nieve menor que otros años.