Richard Deacon muestra su perfección formal como "fabricante de objetos"
El museo Artium de Vitoria exhibe obras del artista galés realizadas entre 1986 y 2002
Richard Deacon (Bangor, Gales, 1949) está considerado como uno de los escultores más interesantes del panorama artístico de los últimos 25 años. Poco conocido en España (su última exposición se organizó hace 17 años), ahora presenta en el Artium de Vitoria The size of it, muestra formada por cuatro grandes piezas, cinco cerámicas de tamaño medio, una veintena de dibujos y pequeños estudios. En ella aparece un creador que toma en consideración tanto las posibilidades artísticas de la escultura como las virtudes artesanales que tiene la propia manufactura de la obra de creación. Todas las obras, propiedad del artista, se han realizado entre 1986 y 2002.
La exposición es contundente y no deja lugar a la especulación. Las cuatro grandes obras de Deacon, repartidas en una sala de 600 metros cuadrados, tienen una fuerza que es mezcla de convencimiento y tenacidad. Son construcciones más cercanas a la ingeniería y la arquitectura que a la consideración habitual de la escultura. De dimensiones imposibles, son la puesta en práctica de elucubraciones que no olvidan cierta inspiración orgánica o el uso de materiales comunes, habituales en buena parte de la escultura contemporánea.
Sobre todo, son divertidas. El título de la muestra ofrece alguna pista: The size of it es una expresión coloquial (viene a ser "eso es, tú lo has dicho") y, ciertamente, cualquier referencia es posible: desde los parecidos formales hasta las virtudes constructivas. Una de las piezas, titulada Out of order (190 - 700 - 570 centímetros), "tiene la apariencia de una irreal pista de carreras de juguete, o de caminos asfaltados devastados simultáneamente por un tsunami, un terremoto y un tornado", apunta en el prólogo al catálogo Raimund Stecker.
Son piezas de un acabado impecable, que no ocultan sus misterios. Todo está a la vista: el propio Deacon se llama a sí mismo "fabricante de objetos", reflejo de su interés por el proceso de acabado de la obra. Normalmente, los títulos llegan después de terminada la obra, y son narrativos, pero hay excepciones, como la enorme Bikini, un bolo gigante de madera rodeado de una estructura de aluminio, que remite a los ensayos con bombas atómicas en el atolón del mismo nombre.
La exposición, abierta hasta el 28 de agosto, se completa con obras de menor tamaño y dibujos que muestran las obsesiones de este británico que ganó en 1987 el Premio Turner y cuya obra está presente en centros de arte de todo el mundo. La exposición, preparada por el artista, ha sido posible gracias a la colaboración de los museos Sara Hilden de Tempere (Finlandia) y Arp de Remagen (Alemania), donde recalará posteriormente.
Babelia
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