Castillejo dice que se va "sin resentimiento" de Cajasur

Miguel Castillejo, presidente de Cajasur los últimos 26 años, dijo ayer que abandona la entidad "sin resentimientos" y sin ganas de asumir ninguna función dentro de la caja en el futuro. El miércoles delegó en el Consejo de Administración sus funciones ejecutivas, aunque no la presidencia. Para ello, el obispo de Córdoba, Juan José Asenjo, debe admitir su renuncia. Castillejo no la ha presentado todavía, aunque ha solicitado reunirse con el obispo para hacerlo. El Obispado le ha respondido que puede entrevistarse con Asenjo "en cualquier instante".

El sacerdote Castillejo sostuvo ayer que se marcha de Cajasur sin "el más mínimo resentimiento ni contra la sociedad, ni contra nadie, ni contra ningún grupo político, ni contra ninguna institución".

Además, el sacerdote que ha sido presidente durante 26 años de la caja cordobesa dijo que en sus planes de futuro no entra asumir "ninguna actividad" dentro de la entidad, aunque sí dejó la puerta abierta a que pueda ser nombrado presidente honorario por el Consejo de Administración. "Soy la única persona que tiene la medalla de oro de la caja", afirmó.

El miércoles por la noche, Castillejo anunció ante el Consejo de Administración de Cajasur su renuncia a ejercer los poderes ejecutivos propios de su cargo. Estos poderes -"amplísimos, prácticamente totales", según dijo- quedan ahora en manos del Consejo de Administración. Este paso era esperado por la Administración autonómica después de que Castillejo anunciase el pasado sábado su salida de la caja.

Para no crear un vacío de poder en la entidad, Castillejo se reunirá este fin de semana con los dos directores de la entidad, Diego Jordano y Francisco Jurado, con el fin de perfilar "un sistema de nueva división de los poderes ejecutivos en Cajasur". El resultado de esta reunión será comunicado al Consejo Administración de la caja.

Castillejo quiso dejar claro que su renuncia a las tareas ejecutivas no significa que abandona de inmediato la presidencia de la caja. Su marcha de la entidad sólo se producirá cuando deje su puesto de canónigo penitenciario del Cabildo Catedralicio de Córdoba, fundador de Cajasur. Castillejo tiene que dejar el Cabildo al haber cumplido ya 75 años. Pero para que la salida sea efectiva, Castillejo tiene que presentar su renuncia ante el obispo de Córdoba, algo que todavía no ha ocurrido.

Renuncia

Castillejo dijo que ayer por la mañana solicitó una entrevista con el obispo para formalizar la renuncia. "Pero la renuncia tendrá efecto el día y hora en el que el señor obispo tenga a bien admitirme mi renuncia", dijo. Fuentes del Obispado dijeron ayer que Asenjo está dispuesto a entrevistarse con Castillejo "en cualquier instante" ya que la intención no es dilatar la salida del sacerdote.

Castillejo aseguró que le ha "sugerido" al obispo que no le "agradaría" afrontar ahora la renovación de los órganos de gobierno de la caja, un proceso que culminará el acuerdo que suscribieron Asenjo y el consejero de Economía, José Antonio Griñán, en virtud del cual Cajasur volverá a la tutela de la Administración autonómica. No obstante, añadió que esto no significa que quiera irse "cuanto antes".

El sacerdote también habló de cómo ve su futuro más próximo. Afirmó que se dedicará a trabajar en la fundación que lleva su nombre, cuyos fines son "promover el bien cultural, social y religioso".

En las últimas semanas, Castillejo ha intentado negociar con la Junta y la Iglesia católica que esta fundación -de la que son vocales fundadores una hermana suya, Francisco Jurado y Diego Jordano- gestionase parte de la obra social de Cajasur. La Junta se negó en redondo a esta petición de Castillejo.

Además, también intentó que su salida incluyera un acuerdo para nombrarlo presidente de honor de Cajasur, distinción que pidió que llevara aparejada coche, personal a su servicio, un despacho en la caja y el reconocimiento del cargo en los actos protocolarios. Castillejo también se marcha sin esta demanda cumplida.

El todavía presidente de Cajasur aseguró que se marcha con "la conciencia" de que en su vida ha hecho "una obra importante". Y que ahora lo que busca es "tener un tiempo de mayor descanso". Castillejo presentó ayer las cuentas del primer trimestre del año, en el que la entidad estima que consiguió 26 millones de euros de beneficios antes de impuestos (un 3% más que en el mismo período del año anterior).

Por otra parte, el informa anual de gobierno corporativo que Cajasur ha enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) revela que Izquierda Unida, el PCE y el Partido Andalucista son morosos con la entidad. De acuerdo con la información enviada por la caja a la CNMV, el Partido Andalucista tiene dos préstamos y una cuenta de crédito, que ascienden a 402.000 euros, que "se encuentran en situación de vencidas y en mora". Los dos préstamos deben ser antiguos porque los intereses están al 17% y al 12,25% respectivamente.

Por su parte, IU tiene una cuenta de crédito de 240.000 euros "vencida y en mora". El PCE, según la caja, tiene dos operaciones de crédito "en mora parcial".