"El profesor puede ser el primer culpable del acoso"

El fiscal coordinador de Menores de Valencia, Manuel Dolz, nació en Almería hace 51 años, investiga un supuesto caso de acoso escolar que llevó hace unos días a un menor de 15 años a intentar quitarse la vida. Las burlas y vejaciones se producían desde hacía un año. Dos menores serán juzgados por trato degradante.

Pregunta. ¿El profesor es culpable del acoso escolar?

Respuesta. El profesor, el educador, el director de un centro, puede ser el primer culpable de una situación de acoso, pero no es el único. Me resulta extraño que un profesor no vea la vejación, el aislamiento, el miedo a veces a ir a clase de un alumno. Me sorprende que episodios tan claros no sean detectados. Y es, entre otras, su responsabilidad detectar esas cosas.

"Los docentes tienen que asumir su responsabilidad porque hay menores que llegan a pensar en quitarse la vida"

"Desde esta fiscalía se denunciará a quien cometa trato degradante o lo consienta, profesor o centro"

P. ¿Cómo lo explica?

R. Insisto en que para mí es extraño. Sin embargo, cuando he hablado con los profesores me han trasladado una situación de desbordamiento. Puede ser que estén desmotivados, que se consideren sin apoyo. Pero tienen que asumir su responsabilidad porque hay menores, como este último caso cuya investigación aún está abierta, que llegan al límite hasta el punto de pensar en quitarse la vida. Cuando eso ocurre es que el sistema no funciona.

P. ¿Y qué pueden hacer los centros y los profesores?

R. El director tiene a su alcance toda una operativa que debería llevarle a incentivar las sanciones que fomenten la participación y la intervención psicológica, no la expulsión. No sé si es inactividad de los profesores o desgaste ante el desbordamiento que manifiestan por el cada día más complejo tejido del alumnado. Lo bien cierto es que deben responsabilizarse, pero no son los únicos. La familia también debe observar al menor. Los padres no pueden tampoco descansar todo sobre los profesores. Deben implicarse con el centro escolar, ser los primeros en reconocer la autoridad de los profesores, un principio que se ha perdido.

P. ¿Y eso qué supone?

R. Que haya comportamientos en las aulas que no se deberían consentir. Los profesores necesitan más preparación, más herramientas para afrontar el nuevo perfil de los estudiantes para dar un tratamiento más adecuado a problemas que se viven en las aulas.

P. Si hay una responsabilidad de los profesores, ¿por qué no se actúa contra ellos?

R. El Código Civil, en su artículo 1.903, establece la posibilidad de solicitar la responsabilidad civil por "los daños y perjuicios que causen sus alumnos menores durante los períodos de tiempo en que se hallen bajo el control o vigilancia del profesorado del centro desarrollando actividades escolares o extraescolares y complementarias".

P. Y, ¿penalmente?

R. Es más complejo. El acoso escolar se está entendiendo dentro del trato degradante, descrito en el artículo 173 para los autores de los hechos. ¿El profesorado... por conocer tal vez de los hechos? Podría tal vez aplicarse, que no se ha hecho, el artículo 450 del código penal sobre la omisión de impedir delitos.

P. ¿Por qué no se ha denunciado a un centro?

R. Porque no ha habido pruebas, sencillamente. Si las hay, se hará. Hasta el momento, hemos conocido situaciones de violencia en las aulas, que hay que distinguir del acoso escolar. La violencia en la escuela se manifiesta de manera episódica, las víctimas son distintas, puede ser una o varias. El acoso escolar es una situación contra una sola persona que se prolonga en el tiempo, al menos durante un año, y que la lleva al límite, sería comparable al delito de violencia habitual en el ámbito familiar. Pero no es fácil llegar ahí porque las denuncias que señalan un episodio de agresión o de amenazas. Nosotros vamos ahora a distinguir los casos de trato degradante para intentar dimensionar el fenómeno. Y desde esta Fiscalía se denunciará a quien lo cometa o lo consienta, profesor o centro si así estuviera probado. Ninguna responsabilidad no asumida en algo tan grave puede quedar impune.