Cultura destina nueve millones al sector audiovisual

El Gobierno aprobó ayer destinar créditos por nueve millones de euros, ampliables hasta 15 millones si hay más proyectos, para las producciones audiovisuales que se acometan este año en Euskadi. En 2004, el primer año en que se aplicó este programa promovido por Cultura, sólo se utilizaron 1,8 millones de euros de los nueve disponibles, repartidos entre cinco proyectos.

Las ayudas, aprobadas en el Consejo de Gobierno celebrado en Gernika, consisten en créditos reintegrables sin interés, destinados a financiar largometrajes, cortometrajes, tvmovies, episodios pilotos de series, documentales de creación y filmes de animación. Además, existe otra línea de ayuda con créditos a bajo interés (el euribor más 0,5), destinada a financiar contratos y a las que se pueden acoger los productos anteriores y las series para televisión.

Estas vías de financiación del sector son producto del Libro Blanco del Audiovisual desarrollado en 2003 por los departamentos de Cultura, Industria, EITB y la SPRI (Sociedad para la Promoción y Reconversión Industrial), con la colaboración de la consejería de Hacienda. El documento, de 160 páginas, proponía medidas para el desarrollo del sector en sus aspectos económico y cultural, que se tradujo en esta nueva línea de financiación.

Las atractivas condiciones no generaron el pasado año, en su primer ejercicio de implantación, la demanda prevista. Sólo cinco de los 11 proyectos presentados fueron considerados, por parte de la comisión evaluadora, como susceptibles de recibir las ayudas. Fueron las producciones Aupa Etxebeste, Locos por el sexo, Muertos comunes, Frío sol de invierno y Supertramps.

La comisión, dependiente del Departamento de Cultura, adoptó sus decisiones con el aval de informes de expertos y de Hacienda, según el Ejecutivo. El Libro Blanco ha propiciado la creación de dos plataformas de impulso del sector: una comisión interinstitucional, formada a finales de 2003, y el cluster del Audiovisual, creado en 2004. Los planes de la consejería de Cultura prevén, a través de estas dos plataformas y las empresas del sector, la creación de otras dos sociedades: una de producción industrial y otra de gestión de infraestructuras y servicios.