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Las discrepancias para formar grupos paralizan el Parlamento vasco

El PP critica que se utilice la Cámara para solventar "negocios particulares" del tripartito

Aún sin recuperarse del "espectáculo lamentable" que, según admitieron los líderes políticos, dieron con el bloqueo en la elección del presidente de la Cámara vasca, los partidos con representación parlamentaria se embarcaron ayer en una nueva contienda que, de hecho, va a retrasar una semana más los siguientes pasos para el arranque de la legislatura. Las discrepancias a la hora de permitir que Ezker Batua tenga grupo propio, aunque no alcanza el mínimo exigido en el reglamento, o la constitución de dos grupos separados para PNV y EA, son los motivos de discordia.

Lo paradójico es que, pese a la demora de ayer, el próximo martes, aunque se llegue a un acuerdo entre los partidos, la Mesa tendrá que formar los diferentes grupos ateniéndose a lo que marca el reglamento vigente. Su aplicación impide que EB pueda tener grupo propio mientras no se modifique el texto actual, algo que todos los partidos creen "necesario" ante el desfase y las lagunas que arrastra. "Pero una modificación global, no un cambio ad hoc para solventar cuestiones de negocios particulares. La Mesa no está para esas cuestiones", manifestó el representante popular en la Mesa, Carmelo Barrio. Según diversos cálculos, una reforma parcial del reglamento podría estar aprobada en septiembre, mientras que la total se prolongaría hasta diciembre.

En la jornada de ayer, el Parlamento vasco dio ayer un paso más en el deterioro institucional que arrastra en estas primeras semanas de la octava legislatura. La flamante presidenta, la peneuvista Izaskun Bilbao, logró sacar de la reunión una semana de plazo más para intentar que los partidos acuerden una modificación reglamentaria. Su objeto sería permitir que Ezker Batua obtenga el grupo parlamentario propio que le prometió el PNV, y que este partido y EA también lo tengan, pese a haber concurrido en coalición a las urnas.

El detonante del aplazamiento fue la oposición del representante de EA, Rafael Larreina, a que se "incumpla" el reglamento para posibilitar que EB, con tres diputados, pueda obtener grupo propio gracias al préstamo temporal de dos parlamentarios por parte del PNV. Los siete días de respiro evitaron también una votación que hubiese obligado a la presidenta a inclinar la balanza con su voto de calidad. Izaskun Bilbao había mantenido la víspera contactos con los partidos para sacar adelante un acuerdo en base al borrador de reglamento pactado en 1998 entre los partidos. Este texto no llegó a ser aprobado por las discrepancias sobre la obligación de jurar la Constitución para lograr la condición de diputado. En él se permitía formar grupo a los partidos con un mínimo de tres diputados.

"Buen talante"

La reunión de ayer discurrió con el "buen talante" que todos los partidos reivindican para esta legislatura. Pero lo cortés no quita lo valiente, y el representante popular dejó claro que la decisión sobre la conformación de los grupos se tenía que haber adoptado ayer. Carmelo Barrio, en referencia a la propuesta de EA sobre la división en dos grupos parlamentarios de la coalición PNV-EA, dijo gráficamente que "dos denominaciones no son dos coaliciones". PNV y EA concurrieron con dos nombres diferentes en Guipúzcoa y en Vizcaya-Álava, un subterfugio calificado ayer de "ingeniería electoral" por parte del representante del PSE-EE en la mesa, Miguel Buen. Los socialistas apoyaron la semana de plazo establecida para buscar una solución, pero dejaron claro que el próximo martes habrá que "aplicar el reglamento actual". "Y ahora no hay soporte reglamentario para que Ezker Batua tenga grupo propio", señaló Buen.

La guinda a la situación casi kafkiana vivida en la Cámara fue la reunión "informal" celebrada por la Junta de Portavoces, ya que no puede hablarse en sentido estricto de esta figura y de esa junta cuando todavía no se han constituido los grupos parlamentarios. La única diputada de Aralar, Aintzane Ezenarro, abogó por una interpretación flexible del reglamento, "pero para todos". Es decir, no sólo para PNV-EA o para EB. Ezenarro, como antes hizo la representante de Ezker Batua en la Mesa, Kontxi Bilbao, censuró la actitud de EA y sugirió que la posición de este partido esconde otras razones. Aralar también está interesado en que EB consiga grupo propio, ya que en ese caso disfrutaría en solitario de los servicios, ayudas y prerrogativas del Grupo Mixto.

En cualquier caso, el episodio de ayer en el Parlamento vasco puso de relieve que, entre bambalinas, algunos partidos pueden estar utilizando todas las piezas para condicionar la negociación de la investidura del lehendakari y la formación del nuevo gobierno.

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