De nuevo, el canon
Leo unas declaraciones de don Antonio María de Ávila, director ejecutivo de la Federación de Gremios de Editores de España, en las que señala que el reiterado incumplimiento del Gobierno español en la implantación del canon por el préstamo de libros en las bibliotecas "deja en muy mal lugar al Ministerio de Cultura. ¿Qué iniciativas va a plantear en temas culturales si incumple la legislación vigente?". Dos cosas al señor de Ávila. Cultura no ha incumplido, por el momento, nada. El Estado español reguló esta materia en la vigente Ley de la Propiedad Intelectual estableciendo una serie de excepciones, entre las que destaca el que todas las bibliotecas públicas y las de uso público dependientes de organizaciones sin ánimo de lucro estén exentas de dicho pago. A día de hoy, casi trece años después de la publicación de la directiva europea, el Estado español no ha sido de ninguna manera sancionado.
Segundo: si el Estado español implantara el canon por préstamo bibliotecario, por mandato ineludible de la justicia europea, eso no significaría que tuviera más legitimidad para plantear iniciativas en temas culturales. Sino que con unas bibliotecas de cuarta división apoquinaría como las de primera: los primos del Sur. El señor de Ávila, tan preocupado por los derechos de los autores, tiene en el cargo que ocupa una plataforma excelente para mejorar esos derechos: comience por los contratos de edición. Después de tantas subvenciones que el sector editorial recibe de los presupuestos públicos (becas de creación, ayudas a la traducción, a la edición, premios literarios de financiación pública, ferias del libro, coediciones entidades públicas-editoriales privadas, ayudas para el fomento de la difusión de libros españoles en el extranjero, y un etcétera de millones bien largo), y conociendo la mediocre situación de la biblioteca pública, ¿puede el director de la Federación de Gremios de Editores de España seguir exigiendo el establecimiento de un canon por préstamo en la biblioteca? Son insaciables, no tienen llenadera.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.