Agotadas las entradas para Oasis, Maroon 5 y Bruce Springsteen

La música en directo vive momentos de esplendor. Así escuchada, y vivida, es como cobra su mayor sentido. Lo prueba el éxito del reciente Festimad, a pesar de las muestras de gamberrismo aislado, y de que a poco de ponerlas a la venta, se hayan agotado las entradas para ver ahora a Bruce Springsteen, Oasis, Moby y Maroon 5, acaso una buena representación de cada una de las cuatro últimas generaciones del rock. Además, suena la fiesta en Hortaleza, con Quique González y Jarabe de Palo de estrellas, mientras que Villaverde celebra su segundo festival de pop independiente.

- ¿Quién dijo crisis? La música vuelve a sus orígenes, esto es, a disfrutarse en directo, como durante siglos ha sido. Aunque haya descendido la venta de música grabada -según cacarea su industria que, sin ninguna autocrítica, echa la culpa al top manta y a las descargas de Internet- no lo ha hecho la de los conciertos. Asombra comprobar cómo Springsteen -que actúa el próximo jueves en el Palacio de los Deportes- vende casi 15.000 entradas en pocas horas, aunque su precio sobrepase los 60 euros. Y algo parecido ocurre con Oasis, y eso que venidos a menos desde el declive de la generación brit-pop de la que se les consideró cabeza, junto a Blur; con el neoyorquino Moby y su techno estrafalario; y con Maroon 5, estrellas recientes del pop-punk.

Entre los cuatro acaparan la atención esta semana de la música en directo, a cuentas de sus respectivos trabajos recientes, Devils & Dust, Springsteen; Don't believe the truth, Oasis; Hotel, Moby; y Song about the Jane, el estreno de Maroon 5 que, aunque con más de un año de antigüedad, ha sido reconocido esta temporada por el público español. Iban a actuar el pasado mes de enero, pero el concierto fue suspendido a última hora, así que las entradas adquiridas para entonces tienen validez ahora.

Springsteen, Oasis, Moby y Maroon 5; es decir, cuatro generaciones y maneras de entender el pop y el rock que juntas vienen a confirmar que la crisis de la música está en su industria, pero no en el talento de sus creadores ni en la afición de un público que se derrite por disfrutarla.

- Cantando en Madrid. Como cada mes de junio desde hace cinco, el Teatro Albéniz vuelve a acoger el ciclo Madrid En Canto. El sur mediterráneo es el protagonista de esta primera tanda, con dos mujeres de excepción: la griega Eleftheria Arvanitaki y la española Pasión Vega. Ambas llegan con sendos trabajos recientes. Arvanitaki pasa por musicar poemas de autores griegos en Ola sto fos, donde junta la música tradicional de su país con la del resto del mundo; y Vega transforma la copla española en Flaca de amor, para convertirla en un género más de este siglo que del pasado.

Fuera del ciclo, otra gran dama se presenta estos días como otra cita ineludible. Se trata de la argelina Cheika Rimitti, la gran señora de la música raï, por no decir casi su inventora, o acaso su interprete más veterana. De vivencias duras y atormentadas, que expresa en su voz rugosa y emocionante, Rimitti se ha tenido que enfrentar durante toda su larga vida a la incomprensión de una sociedad que no admitía sus incendiarios mensajes de reivindicación social y femenino. Vive en Francia, como Rachid Taha o Khaled, las otras grandes estrellas del raï. Su último disco es N'Ta Goudami, donde pone en clave contemporánea toda su sabiduría y experiencia.

- Directo al barrio. En Hortaleza se celebran las fiestas con un programa de directo que trata de contentar a todos los públicos. Si ya estuvo el pasado fin de semana el rock grueso de Los Suaves, ahora toca disfrutar de las delicadas canciones de Quique González y las briosas de Revólver. González estará como en casa, no en vano su barrio es el cercano San Juan Bautista. Su último disco, La noche americana, le ha reconfirmado como artista de futuro, algo que ya tiene ganado Revólver, que ha dado un paso más con su reciente Mestizo. El pop elegante de los mallorquines Sexy Sadie, el rock latino de Jarabe de Palo y la revisión nostálgica de El Consorcio completan el cartel de Hortaleza.

En la otra punta de la ciudad, en Villaverde, se celebra el segundo IndySpensable, un festival que apuesta por el pop independiente. Este año se amplía a dos días y cuenta con representación extranjera a cargo de los británicos Budapest. Por parte española destaca Cooper y Limousine, además del regreso de los asturianos Australian Blonde y el doblete de Sexy Sadie.

- Y otras yerbas. Hay un par de elementos, también llegados de Asturias, dispuestos al alterar el buen ritmo de la semana: los veteranos Ilegales, con el inefable Jorge Martínez al frente; y Babylon Chat, los reyes de glam-rock nacional. Por parte extranjera se recuerda los conciertos de Audioslave, formado por Chris Cornell, ex cantante de Soundgarden con las cenizas de Rage Against The Machine; y de Paradise Lost, otro grupo de trazo grueso.

En una semana tan ruidosa, se abren tímidas las sutiles delicadezas de Banda Inaudita y Madredeus. A esa batalla podría también apuntarse la mallorquina de origen guineano Concha Buika, que pasa la semana entera en el Central. Es el suyo una suerte de estilo fraguado de sus diversos orígenes y culturas. Suena flamenco pero no es flamenco, africano sin serlo, jazzero sin escuela y caribeño del mundo. Una amalgama que resulta creíble en una mujer como ella.