El Gobierno holandés pide el 'sí' a pesar del resultado en París
Jan Peter Balkenende, primer ministro democristiano holandés, esperó anoche a que Jacques Chirac aceptara públicamente la victoria del no en el referéndum por la Constitución europea, para pedir "un firme voto positivo" en los Países Bajos. Después de pasar varias horas reunido con su secretario de Estado de Exteriores, Atzo Nicolaï, Balkenende compareció para apelar a la responsabilidad en lo que denominó un "proceso individual de cada miembro de la UE" frente al Tratado.
"La ratificación sigue adelante, a pesar de lo ocurrido en Francia. Holanda se pronunciará el próximo miércoles y, ahora más que nunca, debe decir que sí, afirmó. Su escueto mensaje contrastó con la resuelta opinión de los líderes del Partido Socialista Radical (SP), acérrimos defensores del no, que vieron en la respuesta francesa "el refuerzo a nuestra postura y al rechazo que propugnamos".
Para los liberales (VVD), uno de los socios de la coalición de centro derecha en el poder, el rotundo resultado en contra francés supone un serio traspié, pero "el juego no está perdido aún". Para la oposición socialdemócrata (PvdA), que ha abogado por repetir la consulta en Holanda si ganaba el no, lo más triste sería que sus compatriotas "se dejaran influir por el vecino y optaran por el 'no' pensando que ya daba lo mismo".
Anoche las dudas sobre el futuro de la Constitución fueron en aumento. Jurídicamente muerta para algunos analistas en cuanto uno de los miembros de la UE la rechaza, pero susceptible de ser revivida políticamente, la única certeza fue la amplitud de la grieta que separa al país real del país institucional en torno al proyecto comunitario.
