La ONU fracasa en su intento de reforzar los controles nucleares
El Tratado de No Proliferación (TNP) nuclear afronta una difícil encrucijada tras el fracaso con el que se cerró ayer una negociación de alto nivel que debía servir para reforzar el régimen de vigilancia de la convención.
Los 188 países firmantes fueron incapaces, además, de integrar las nuevas amenazas para la seguridad surgidas tras el 11-S, como el terrorismo nuclear y las ambiciones atómicas de Estados de dudosa fiabilidad, un choque entre el Norte y el Sur, de Occidente con el mundo árabe, o la intransigencia de algunos países.
En medio de una gran frustración, en la sede de la ONU en Nueva York se intentó ayer dar sentido al "indeseable" desenlace de la conferencia para la revisión del TNP, y que desató el alarmismo hasta el punto que el ex embajador estadounidense Thomas Graham dijo que la amenaza atómica es similar a la crisis de los misiles cubanos de 1962.
El programa nuclear de Irán y el arsenal de Israel se colocaron en el centro del enfrentamiento, mientras el grupo de los países no alineados pedía a las potencias atómicas que cumplan con sus obligaciones de desarme. Esto impidió que se pudiera alcanzar un acuerdo para reforzar los pilares de desarme, verificación y el uso pacífico de la energía atómica. "Ha pasado muy poco en términos de resultados por la falta de entendimiento, pero hubo un intercambio de visiones para mejorar el sistema", dijo el presidente de la conferencia, el brasileño Sergio de Queiroz Duarte.
Nuevas amenazas
No es la primera revisión del TNP que fracasa en sus 35 años de existencia. En 1980, 1990 y 1995 pasó algo similar. "Es alarmista decir que va a desintegrarse", dicen diplomáticos británicos, mientras Duarte cree "superficial" hablar de fracaso. Pero todos coinciden en que la situación es más compleja, porque se hacía necesario revitalizar el TNP para evitar que nuevos países en Asia y Oriente Próximo se doten de la bomba atómica.
Por eso en la ONU se teme que este "frustrante" resultado ponga en peligro todo el sistema multilateral de no proliferación. "Los países menos responsables o que quieren salirse del TNP pueden empezar a descuidar sus obligaciones", indicaron fuentes de la organización. A esto se le suma la amenaza del terrorismo nuclear. "El riesgo es mayor de lo que muchos políticos creen", dijo el ex secretario de Defensa con la Administración Kennedy, Robert McNamara. "No se trata de crear alarmismo, pero hay un 50% de posibilidades de que se produzca una detonación nuclear en la próxima década", remachó, citando a Corea del Sur, Taiwan, Egipto, Arabia Saudí o Siria como las futuras potencias nucleares.
"El mundo es hoy un lugar más peligroso", dijo William Peden, de Greenpeace. Sophie Lefeez, de Le Mouvement de Paix, dice que estarán ahí para cubrir "el déficit democrático creado por una generación de dirigentes que ha fallado al objetivo de un mundo sin la amenaza atómica".
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