Francis Alÿs exhibe en el Macba sus paseos por la ciudad de México
La exposición abarca 10 años de trabajo
Instalaciones, vídeos, pinturas, esculturas, fotografías, dibujos y proyecciones de diapositivas son los elementos que componen A pie desde el estudio, una exposición del artista belga afincado en México Francis Alÿs, que se presenta en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba) hasta el 29 de agosto. Las piezas, que cubren los 10 últimos años de la trayectoria del artista, han sido realizadas en un radio de 10 manzanas a la redonda alrededor de la plaza del Zócalo, el corazón de Ciudad de México. "No se trata de obras concebidas para ser expuestas en un museo, sino proyectos previos y documentación de acciones y eventos acontecidos en el espacio público", explica Francis Alÿs (1959), que ha basado el proceso creativo de estas obras en sus paseos diarios por el centro histórico de Ciudad de México, donde tiene su estudio.
"El paseo no es un medio, sino una actitud. Es un espacio propicio para desarrollar propuestas y para traer inspiración y además es muy accesible", señala Alÿs. Hay paseos en los que el protagonista desempeña exclusivamente un papel de observador, de los que surgen obras como las series de fotografías dedicadas a los vendedores ambulantes, los mendigos o los sleeepers (perros y personas durmiendo en la calle) y vídeos como Zócalo, que recoge las actividades de la plaza durante 12 horas.
En otras ocasiones el artista interviene directamente en su entorno con acciones destinadas a despertar la curiosidad y la reflexión del espectador. Es el caso de Ice, un vídeo que sigue el recorrido de Alÿs por las calles de México arrastrando un gran bloque de hielo, que con el pasar de las horas se va derritiendo, hasta quedarse en un charquito de agua. En su vertiente más política, Re-Enactments (Reconstrucciones) ofrece una doble proyección del artista, que camina con una pistola en la mano, acompañado por las miradas indiferentes de los transeúntes, hasta que un policía le detiene: una recoge los hechos tal y como sucedieron, y la otra su escenificación grabada con la complicidad del policía.
A la entrada y esparcidos por las salas se encuentran los 45 ghetto collectors, pequeños colectores (un cruce entre un perrito y una camioneta) realizados con latones reciclados y dotados de imanes para que vayan atrapando basura metálica de las calles, a medida que la persona los arrastra mediante una correa, como hacen los niños con sus juguetes.
La exposición, que ha sido comisariada por Bartomeu Marí, y Gijs van Tuyl y Annelie Lütgens del Kunstmuseum Wolfsburg de Alemania donde se estrenó, viajará después al Museo de San Ildefonso de México.
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