Fernando Musa retrata el desasosiego de la sociedad argentina

Chiche, casi treintañera, y el adolescente Marianito viven un romance a contracorriente en Chiche Bombón, del director argentino Fernando Musa. Sus amoríos copan pronto los cotilleos del vecindario. Tampoco la familia del chico ve con buenos ojos la relación. Son siervos de las apariencias y no soportan que haya dejado embarazada a una joven con fama de descarriada. Ante el repudio, el muchacho debe marcharse a la casa de Chiche. La convivencia allí no es fácil por los encontronazos de sus futuros suegros: un militante político fracasado y una histérica de la limpieza que critica sin cesar la inmadurez de la pareja.

Agobiada por la falta de dinero y aguijoneada por la apatía de Marianito, Chiche decide buscar trabajo. La desesperanza destruirá finalmente su idilio. Las peripecias de los dos amantes le sirven a Musa para retratar el desasosiego de la juventud argentina, hastiada por las magras expectativas de futuro propias de un país en crisis. "El título de la película alude a una expresión argentina que expresa que todo va bien. La utilizo con ironía", explica el director. "En mi país sentimos que no tenemos futuro y eso te hace avaro".

Con Chiche Bombón, el cineasta completa una trilogía sobre las frustraciones de los jóvenes argentinos que arrancó con los filmes Fuga de cerebros, donde retrataba la desazón de chavales marginales, y No sabe / No contesta, en el que denunciaba la hipocresía y el inmovilismo de la clase media.

De nuevo, sus personajes van tirando inmersos en un realismo costumbrista y, a la vez, son metáforas de tipos recurrentes en la sociedad argentina. Así, por la película transitan políticos corruptos, funcionarios de tercera fila que abusan de su poder, chismosas que simbolizan el auge de los paparazzi, sectarias iluminadas, activistas sindicales desengañados y el iracundo dueño de una tintorería que, según el director, representa la intolerancia de los años de la dictadura militar. "En ningún momento juzgo a los protagonistas. Estos chicos apáticos son frecuentes en Argentina, pero no todos son así", dice Musa.

El reparto, encabezado por Andrea Galante (Chiche) y Federico Cánepa (Marianito), está lleno de actores forjados en el teatro por los que el cineasta siente una gran admiración, como Gonzalo Urtizberea, María José Gabín y Renée Roxana Darín -madre de Ricardo Darín-, que interpreta aquí a una de las odiosas cotillas.