_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Con tiento

Hablemos de la última elección de la Mesa del Parlamento vasco. Uno se mueve en la contradicción -lo que no está mal ... aunque les aseguro que deja mal cuerpo-.

Por un lado, piensa, a lo Serrat, que "hoy puede ser un gran día/ donde todo está por descubrir..." (aun fastidiándome esa laringe a veces vibradora y ese alma culé). Las editoriales que uno aprecia entonan sistemáticamente esa cancioncilla de optimismo antropológico. Vale.

Pero, por otro lado, uno ve, qué le vamos a hacer, la viñeta de Romeu (EL PAÍS, 24 mayo 2005). Y eso le da qué pensar. "Yo creo", dice un personaje elemental, "que el tripartito se cree la Santísima Trinidad y no llega a la suela de los zapatos del trío La La La". A esto le responde un vasco (lleva txapela) sagaz y con mirada escéptica y experimentada: "Musicalmente hablando". "Claro", se dice.

Todo ha podido ser una farsa para unos, mientras otros la vivían como épica. ¿Ha sido Atutxa el señuelo que el PNV lanzó y con el que a todos ha colocado en disposición de serles favorables? ¿Fue acaso una "maniobra de distracción" para tener una mayoría (cuantitativa y de calidad) en la mesa del Parlamento?

Ni el propio Atutxa lo sospecha (el pobre). No seré yo quien lo haga ... Pero resulta que de cinco miembros, el tripartito (que suma 32 diputados; minoría manifiesta) tiene tres representantes (la mitad más uno); y cuentan, además, con la presidencia, con 42 votos, una mayoría aplastante. ¿EHAK? Roma no paga -de momento- a traidores. Todo sin negociar con nadie.

En el PSE se echan cohetes que yo quisiera ver estallar. Aún no los veo. Y todo me huele a autoengaño. (O quizá no.) Cierto que el PNV se ha tenido que "envainar" la presidencia de Atutxa. Eso ha quedado meridianamente claro: para unos, por partidario y maniobrero; poco ecuánime (punto de vista que muchos compartimos), pero para otros por haber sido Consejero de Interior, donde lo hizo como los ángeles.

¿Y, para el PNV? ¿Quiénes son los miserables de los que habla Atutxa? Era un hombre a priori "quemado". ¿Por qué lo presenta el PNV? Quizá -sólo digo quizá- para obtener lo que ha obtenido. ¿Atutxa inmolado? Atutxa inmolado en el Altar de la Patria. Egibar lo dijo a cara de perro en el Pleno ("Nuestra candidata es...") . Antes Ibarretxe había "consolado" a Atutxa; e Imaz terminó por intentar reconfortarle. Fue un mal día para ese hombre entregado a su labor y al partido. Una función incompatible con una cámara plural.

Las cosas están así. Y aún falta la hora de la verdad. Sí. Será cuando sepamos si el clima político ha cambiado y estamos en otro tiempo, o no: será el momento de la investidura del lehendakari. Es entonces cuando veremos si la apuesta de Patxi-lehendakari ha ido en serio o se trata de una travesura infantil.

Lo vengo diciendo en cada tribuna: es fundamental la alternancia. Todo lo que nos acerque a ello será bienvenido. Nada más. La alternancia puede ir en varias etapas. Pero, sea lo que sea, deberá acercarnos a esa nueva situación. Casi dará lo mismo quiénes sean. (Mientras no hagan el ridículo en Jerusalén con una corona de espinas...; mientras no hagan el ridículo, vamos, y nos vayan solventando algunas cuestiones urgentes... como pudiera ser la vivienda.) Sí, con tiento, pero sin pausa.

Mientras tanto, uno se moverá en la contradicción, lo que de momento, no está mal. Pero hay que resolver. Que a uno no le quede definitivamente mal cuerpo. Veremos lo que ocurre.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_