La jornada de las banderas moradas

Sin prisas, con sonrisas y buen talante y navegando por la Ría. Así llegó ayer a Bilbao en un día de temperatura veraniega la Marcha Mundial de las Mujeres, que durante cuatro días recorrerá Euskadi. La marcha por relevos que traslada la Carta Mundial de las Mujeres para la Humanidad pisó suelo vasco en el valle de Carranza, donde las relevistas gallegas pasaron el testigo del documento a las vascas. Tras un recibimiento festivo, en el que se mostró el símbolo de la marcha, una manta tejida con la técnica patchwork que refleja los valores de la carta, las mujeres se dirigieron a la capital vizcaína.

Allí, en la plaza del Arenal, mujeres jóvenes y mayores, solas o acompañadas, se fueron congregando para esperar la llegada de las portadoras de la carta. El acto de recibimiento incluía una comida festiva y las mesas ya se hallaban preparadas bajo una gran carpa blanca. Toda la plaza aparecía adornada con grandes pancartas y banderas moradas, el color de la reivindicación feminista, que trasladaban las reclamaciones de la marcha y protestaban por las diversas opresiones a las que se somete a las mujeres en todo el mundo. Entre varios árboles de la plaza se había tejido una red con gruesos hilos de colores de los que se iban colgando hojas con deseos escritos en ellas, a modo de original buzón donde aportar nuevas inquietudes a la iniciativa.

La primera jornada de las mujeres les llevó de Carranza a Portugalete a bordo del autobús en el que recorren pueblos y ciudades. Desde la villa jarrillera, unas 40 féminas decidieron continuar el trayecto en una barca y trasladarse a Bilbao por la Ría.

En el Arenal se desarrollaron los actos previstos. Tras el discurso de recibimiento y reivindicativo, se mostraron la manta y la carta, que está escrita en castellano, francés e inglés (los tres idiomas de la iniciativa) sobre una tela de cinco o seis metros de largo por metro y medio de ancho.

Por la tarde, formando otra caravana de vehículos, recorrieron, a modo de homenaje, algunos barrios de la capital vizcaína donde diversas mujeres han sufrido la violencia doméstica.

La noche les cayó en Durango, desde donde partirán hoy, en la segunda jornada que les llevará hasta Vitoria pasando por Llodio y Amurrio.