Londres echa en cara a España que "no aporta ni un penique" a la UE
Moratinos responde que los fondos acaban revirtiendo a los países ricos
Los ministros de Exteriores de España y Reino Unido, Miguel Ángel Moratinos y Jack Straw, mantuvieron un rifirrafe bilateral en la reunión extraordinaria de los Veinticinco en la noche del domingo en Bruselas para debatir el futuro financiero de la UE. Straw llegó a decir que, desde su ingreso en la Unión en 1986, España aún no ha aportado "ni un penique" en saldo neto al presupuesto comunitario. Moratinos le respondió que entre el 40% y el 50% de los fondos comunitarios acaban revirtiendo a los países que los aportan. El ministro español quiso aclarar también a su homólogo británico que es "un error" centrar el debate en los saldos netos.
Jack Straw, en palabras del ministro español, Miguel Ángel Moratinos, protagonizó una intervención "encendida" para defender a capa y espada la subsistencia del llamado cheque británico, por el que Bruselas devuelve a Londres unos 5.000 millones anuales de las aportaciones británicas a la Unión.
Ya antes de la reunión, el ministro británico blandió la amenaza de vetar el futuro presupuesto de la Unión Europea si ese cheque desaparece o es reducido, que es lo que pretenden los otros 24 países del club, empezando por Alemania, Francia y España.
Ya dentro de la sala con el resto de ministros de Exteriores, Straw no se limitó a defender el cheque, sino que rechazó de plano la propuesta de la presidencia de la Unión Europea, que ostenta Luxemburgo, para que España siga recibiendo durante dos años más (2007 y 2008) unos 2.000 millones de euros anuales del Fondo de Solidaridad, al que España no tendría derecho porque su renta nacional por habitante supera el 90% de la media comunitaria.
Para Straw, ese tipo de ayudas deben ser sólo para los países más necesitados, y especialmente los del Este que acaban de entrar en la Unión el año pasado. Al negar esa opción para España, fue cuando dijo que, mirando el saldo neto, España no ha aportado "ni un penique" al presupuesto de la Unión.
Recordó así que el saldo neto entre España y la UE ha sido siempre positivo para España porque anualmente recibe mucho más de lo que aporta: cerca de 7.000 millones al año en el actual periodo financiero 2000-2006.
Miguel Ángel Moratinos, como explicó ayer ante los periodistas, le respondió que "España ha pagado lo que le ha correspondido" y que "los llamados países ricos" se benefician ampliamente del dinero que aportan para la política de cohesión porque los países que reciben las ayudas adquieren más bienes y productos procedentes de los más desarrollados.
"Si se hace un balance final, todos hemos salido beneficiados", declaró ayer Moratinos.
El ministro de Exteriores español también le dijo al británico que ambas partes deben reconocer que ni el Reino Unido es lo que era en 1984, el año en que nació el cheque, ni España es lo que era en 1999, cuando logró generosas ayudas de la Unión Europea para estos años, "como pueden certificarlo los 300.000 ingleses que viven habitualmente en España".
Acuerdo final
Desde hace meses, una de las posiciones de España en estas negociaciones es que no habrá acuerdo final si se mantiene el cheque británico. De los 5.000 millones que supone el mismo, España aporta ahora 700 millones. Si subsistiera con las mismas reglas que ahora, el cheque ascendería a 7.000 millones, de los que España pondría 1.000.
El cheque fue impuesto por Londres en 1984 con el argumento de que más del 60% de los presupuestos comunitarios se iba en ayudas de la Política Agrícola Común (PAC), de la que el Reino Unido, entonces con una riqueza inferior a la media comunitaria, apenas se beneficiaba.
Hoy, la riqueza por habitante en el Reino Unido es muy superior a la media (118%), el porcentaje de gasto en la PAC está a punto de bajar del 50% y, además, ha aumentado la partida dedicada a cohesión por la entrada de nuevos países menos desarrollados.
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