Nuevos parques en trámite y una ley de caza

Con la creación de nuevos parques o zonas naturales protegidas la Consejería de Territorio y Vivienda ha querido significar la defensa del medio ambiente como un objetivo fundamental de su gestión y de la ordenación territorial. Blasco ha declarado 12 nuevos parajes naturales municipales, una figura para salvaguardar espacios de valor de extensión variable que ocupan 5.744,94 hectáreas. También ha salpicado el territorio de nuevas microrreservas de flora y ha iniciado la aprobación de los llamados paisajes protegidos, como la desembocadura del río Mijares. Además, tramita la declaración de cuatro nuevos parques naturales en las Hoces del Cabriel, Sierra Helada, la Tinença de Benifassà y Penyagolosa. En esta mitad de legislatura, asimismo, ha sacado adelante planes retrasados de ordenación de recursos o de usos y gestión de varios parques naturales, como el del Carrascar de la Font Roja, la Sierra de Espadán y el Marjal de Pego-Oliva. Otros están en tramitación.

El más importante de ellos, el documento de gestión de L'Albufera, ha llevado a ecologistas, socialistas y EU-L'Entesa a poner en tela de juicio los mensajes conservacionistas de Rafael Blasco, al abrir el parque a actuaciones urbanísticas que el consejero defiende que serán muy limitadas y sólo servirán para completar equipamientos y núcleos históricos. Acció Ecologista-Agró acaba de presentar un recurso contra el Plan Rector de Usos y Gestión (PRUG) de L'Albufera, que considera la peor amenaza para la supervivencia del valioso espacio natural, lo que rechaza de plano la consejería. El parque ha sido también objetivo en la guerra del agua, con la exigencia de Blasco de que el Gobierno central aumente el suministro hídrico al lago de L'Albufera, una medida que no se pidió al Ejecutivo del PP en la etapa anterior. En ese contexto, el consejero ha organizado una comisión del agua con presencia de varias administraciones y entidades, después de que la Confederación Hidrográfica del Júcar haya hecho lo propio y concluido un exhaustivo estudio sobre las necesidades hídricas del parque en el que participó la propia Generalitat.

Puerta abierta al 'parany'

En el plano medioambiental, la consejería también ha aprobado dos decretos en relación con la ley del ruido, con los que pretende combatir las molestias a los ciudadanos, y el plan de recursos forestales. También ha publicado la Ley de Caza, que exige la inversión en beneficios medioambientales de los propietarios de los cotos, entre otras medidas. Sin embargo, Blasco ha dejado abierta la puerta a la legalización de la caza con parany después de que los tribunales europeos la prohibieran por no ser selectiva y afectar a especies protegidas.