Cid ofrece a los docentes con menos de 51 años un permiso sin sueldo

La consejera de Educación, Marta Cid, ha ofrecido a los sindicatos negociar un permiso sin sueldo, que denominó "año sabático", para los docentes de la escuela pública que lleven más de 20 años en activo. Eso sí, lo pagarían en buena parte los propios profesores, que cobrarían durante cinco años el 16% menos, cuatro de esos años antes de disponer del de licencia; el quinto, también con un 84% del salario, sería el que tendrían libre.

Se trata, precisó ayer un portavoz del departamento, de una "propuesta para el debate", y lo que se conoce es lo que ha puesto sobre la mesa la propia consejera. Tendrían derecho a ella los profesores de la enseñanza obligatoria pública (desde los 3 hasta los 16 años) que lleven más de 20 años en activo. Pero habría excepciones. Por activo se entiende a los profesores que forman parte de la carrera docente. Quedan fuera, por tanto los años de interinaje. En estos momentos hay profesores interinos que llevan ya esos años en los centros.

Además quedarían excluidos todos los profesores que tengan en estos momentos 51 o más años, porque una de las condiciones sería que disfrutaran del año libre antes de estar a cinco de la edad de jubilación voluntaria, que son los 60 según los años de servicio.

Los docentes que deseen un año sin trabajar tienen que estar antes cuatro cobrando sólo el 84%, lo que significa que quien tenga ahora 51 no tendría el año de libranza hasta dentro de cinco, es decir cuando hubiera cumplido los 56 y, por lo tanto quedaría descartado por estar a menos de cinco de la edad de jubilación voluntaria. En total los docentes aportarían el 80% del sueldo (16% menos cada uno de los cinco años con descuento) y además buena parte de este dinero lo adelantarían al departamento.

En estos momentos hay unos 20.000 profesores en Cataluña con más de 20 años de servicio activo, pero sólo se podrían acoger a la licencia sabática un máximo de 400 por año. Para que todos pudiera hacerlo se necesitarían 20 años.

Habitualmente un año sabático es el que puede utilizar un trabajador cada siete con el fin de destinarlo a perfeccionar su formación. En este caso, sin embargo, la posibilidad de la licencia se limita a una única vez en la vida. El aspecto positivo de la licencia es que contaría el tiempo como trabajado a efectos de la jubilación y que incluiría la percepción tanto del sueldo como de los complementos, ya que el descuento también se haría sobre éstos.