A la cola de Europa

Italia ha entrado en recesión técnica tras dos trimestres consecutivos de caída en sus datos de crecimiento. La explicación del Gobierno es un euro demasiado fuerte y lo que considera una excesiva penalización de las producciones nacionales de parte de la UE. Pero el sector exterior no es el único responsable: el consumo interno y la producción industrial tampoco logran repuntar.

El consumo interno, que representa cerca de dos tercios de la economía del país, también está registrando un comportamiento negativo

La demanda de petróleo seguirá aumentando, principalmente por parte de China, pero el potencial de extracción es elevado

La producción industrial italiana bajó un 5,2% en marzo, según datos oficiales, lo que ha impulsado la caída de la balanza del sector exterior

El PIB italiano cayó un 0,5% en el primer trimestre de este año frente al trimestre anterior. Este dato, sumado a la contracción del crecimiento del 0,4% durante los últimos tres meses del año pasado, sitúa a la economía italiana en una recesión técnica y en uno de los países con peor ritmo económico de la Unión Europea durante la primera parte de 2005.

La caída de este trimestre, que es el peor dato desde 1998, contrasta con los datos de Francia y Alemania, que han logrado crecer al 1% en el trimestre. Hace dos años, el PIB italiano se estancó y en 2004 logró crecer un 1,1%. Los datos anualizados no son muy alentadores, ya que cayó un 0,2% en 12 meses, a pesar de que los analistas pronosticaron un crecimiento del 0,3% en ese periodo.

El sector exterior, en baja

El Gobierno italiano culpa de esta caída a un euro demasiado fuerte y a lo que consideran una excesiva penalización a las producciones nacionales por parte de la Unión Europea, "frente a industrias con mano de obra más barata y menos regulada". A juicio del primer ministro, Silvio Berlusconi, estos dos elementos han sido responsables de la constante caída del sector exterior de un país, donde el made in Italy pasa cada vez más a un segundo plano.

El segundo factor que ha impulsado la caída del sector exterior es la producción industrial, que en marzo bajó un 5,2%, según datos oficiales. En los últimos dos años, el comercio con el extranjero ha llevado el peso de la economía. Sin embargo, en el primer trimestre, la producción de las industrias italianas ha bajado un 3,7%, respecto del mismo periodo de 2004, y un 1,2% comparado con los tres meses anteriores.

Los bienes de consumo han sido los más perjudicados, con una caída del 8,3%, y dentro de ellos la producción de automóviles ha bajado un 17,7%, impulsada por la larga crisis de Fiat. Los textiles, el otro pilar del comercio exterior italiano, tampoco han tenido un buen comienzo de año, ya que han bajado un 11% en marzo. En este último caso, la competencia asiática ha sido la responsable.

Con todo, el sector exterior no es el único responsable de los problemas. El consumo interno, que representa cerca de dos tercios de la economía del país, también ha tenido un comportamiento negativo. Las familias italianas no están creyendo en su economía, en gran parte por las elevadas tasas de des-empleo, con un paro que no baja del 8,6%, y por la inflación que se mantiene en niveles considerablemente altos. El IPC en abril fue del 1,9%, igual que en marzo.

Deuda sin solución

La entrada en recesión técnica ha dejado en un segundo plano el gran problema crónico de la economía italiana: su excesiva deuda. A pesar de ser la cuarta economía de Europa, con una producción anual equivalente a los 1,5 billones de dólares, su deuda pública llega al 106% de su PIB, una de las más altas de los países desarrollados. Su déficit del año 2004, que ha rozado el 3% del PIB, tampoco ha ayudado mucho a reducir los desequilibrios.

Al mismo tiempo, el plan de Berlusconi para ajustar las cuentas fiscales en los presupuestos estatales de este año y del próximo ha quedado aparcado debido a los problemas políticos del país. Mientras, los impuestos siguen bajando y el gran dolor de cabeza que significan las pensiones públicas -que consumen el 15% del PIB del país- sigue sin encontrar una solución viable.