El presidente venezolano compara a Aznar con Hitler
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha calificado al anterior jefe del Gobierno español, José María Aznar, como "un imbécil, un fascista que se cree parte de una raza superior, algo peor que Hitler". Chávez respondió así a opiniones vertidas en Brasil por el ex mandatario español y actual presidente de la Internacional Demócrata de Centro, en las que criticó la estrecha relación que mantiene el presidente venezolano con Fidel Castro, que tachó de "negativa para Iberoamérica".
Las declaraciones de Aznar en Brasil circularon la tarde de jueves en Caracas y, ya por la noche, durante una reunión televisada de su Gabinete ejecutivo con autoridades regionales y municipales del oriente de Venezuela, Chávez reaccionó divulgando una conversación que sostuvo con Aznar, la cual, en su concepto, revela que, ante éste, "Hitler se queda corto".
Chávez relató que nada más conocerse, Aznar lo invitó a montar a Venezuela en el tren del futuro. Le aseguró que el entonces presidente de Estados Unidos Bill Clinton y otros mandatarios importantes querían que Venezuela formase parte del grupo del desarrollo. "Te daremos apoyo del Fondo Monetario Internacional, la prensa mundial y lo que tú pidas, pero tienes que alejarte de Fidel, tienes que cambiar ese discurso. ¡Qué revolución ni que revolución!", dijo Aznar, según el relato.
Chávez le preguntó a Aznar qué pasaría con otros pueblos subdesarrollados que no cuentan con los recursos naturales que posee Venezuela, tales como Haití y los de África. Ante esa inquietud, contó Hugo Chávez, "aquel hombre vomitó lo que tiene por dentro de fascismo y de desprecio, cuando me dijo que me olvidara de ellos, que esos pueblos perdieron el tren de la victoria y están condenados a desaparecer".
"La raza perfecta"
Chávez comentó entonces que las ideas de Aznar se quedan cortas ante las de Hitler: "La raza perfecta, la raza pura, ese es el pensamiento de este caballero que vive atacándonos, un imbécil, un verdadero fascista".
Las malas relaciones con Aznar alcanzaron su punto máximo tras los sucesos de abril de 2002, cuando Chávez fue derrocado y sustituido por el dirigente empresarial Pedro Carmona Estanga, quien apenas soportó 47 horas en el poder. Al regresar a su cargo, Chávez acusó al de España de ser uno de los pocos Gobiernos, junto al de Estados Unidos, en reconocer al régimen de facto. Lo ocurrido en ese breve interinato nunca ha sido bien aclarado, pero de hecho perturbó las relaciones bilaterales hasta el fin del mandato de Aznar, en 2004.
Desde la llegada al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, los nexos entre Venezuela y España viven una nueva y floreciente etapa en todos los frentes, incluyendo el de los negocios petroleros y transacciones militares.
Anteriormente, el presidente venezolano ha revelado pormenores de lo que fue su difícil relación como colegas. En una oportunidad, tras relatar otra de sus conversaciones, Chávez dijo que, en el fondo, "Aznar se creía la reencarnación de Fernando VII", en referencia al monarca que reinaba cuando comenzaron las tentativas de independencia de Venezuela, a principios del siglo XIX.
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