El Gobierno reclama serenidad para volver a la unidad democrática contra ETA

El Gobierno reclamó ayer "serenidad" para recuperar la unidad democrática y lograr el objetivo de la desaparición de ETA. Así lo manifestó la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega tras la reunión del Consejo de Ministros. El Ejecutivo se muestra así sensible a la división surgida en las fuerzas democráticas tras la resolución del Congreso a favor de un diálogo con ETA si abandona la violencia, que el PP votó en contra, y opta por abrir una etapa de "reflexión". Poco antes, Mariano Rajoy criticó que el Gobierno esté "potenciando el protagonismo de ETA".

Fernández de la Vega hizo un llamamiento especial al PP para recuperar la unidad democrática. "No hemos dejado de trabajar por la unidad democrática. Lo vamos a intentar sin descanso" pues "todos los Gobiernos siempre han tenido el apoyo de la oposición en la lucha contra el terrorismo", dijo en alusión a los populares.

La vicepresidenta eludió referirse a los últimos ataques contra la estrategia del Gobierno e insistió en suspender el cruce de declaraciones para crear un clima favorable a la unidad democrática. "Llevamos muchas horas hablando y diciendo muchas cosas y lo que hay que hacer es discutir menos, reflexionar más y avanzar juntos", dijo.

No quiso pronunciarse sobre si el Gobierno va a tomar alguna iniciativa para intentar retomar el consenso en la lucha antiterrorista. En todo caso, sentenció: "El Pacto Antiterrorista (suscrito entre el PP y el PSOE) está vigente".

Con este intento de rebajar la tensión política, el Gobierno remedó lo que hizo a mediados de enero. El 15 de enero, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, en un discurso en San Sebastián (Guipúzcoa), creó, por vez primera, expectativas sobre un final del terrorismo. La reacción que provocó en la propia ETA y en algunos partidos democráticos, como el PP, aconsejó al Ejecutivo silenciar el discurso a los pocos días.

Pero no parece que las pretensiones del Gobierno vayan a lograrse con facilidad con el PP. Su líder, Mariano Rajoy, reprochó ayer en Pontevedra al presidente del Gobierno que haya potenciado un "protagonismo sorprendente de ETA" con "el giro" de su política antiterrorista. "Hace sólo unos meses, ETA, Batasuna y todos sus grupos de apoyo no pintaban nada en la vida política de este país. Hoy, ETA le pone los deberes al Gobierno y le riñe cuando algunos ministros dicen lo que piensa mucha gente", afirmó.

Rajoy afirmó que ETA "negocia con las pistolas" y las usará "cuando lo que se negocie no les guste". Eso sí, podrá "dejarlas debajo de la mesa" durante una eventual tregua "y las tiene "encima de la mesa" ahora, antes de declararla. Rajoy concluyó: "Todos estamos por la paz y el diálogo. Pero unos estamos por la derrota y la rendición de ETA. Y yo espero que el corolario de todo lo que está pasando no sea la rendición, no ya del presidente del Gobierno, sino de un país y de la soberanía nacional".