La noche de los vivos calientes
Los sexoadictos es un golpe contra el país de las madres adictas al prozac; contra la tierra de los telepredicadores; contra la América biempensante, ultrarreligiosa y pacata a la que el director ha atacado desde que debutara a finales de los sesenta. Sin embargo, las intenciones son mucho mejores que los resultados. Waters confecciona su ataque sirviéndose de la estructura narrativa de una película de muertos vivientes.
Así, el objetivo de los miembros del comando de los sexoadictos es transformar a la sociedad de los llamados "sosos" en máquinas lujuriosas y a Baltimore en una hortera Sodoma presidida por la silicona y el cunnilingus constante. La sutileza nunca ha sido el punto fuerte del director y Waters prefiere escandalizar mediante el taco facilón y la gamberrada adolescente, convirtiendo a la película en un estallido de fluidos más travieso que transgresor, como si prefiriese escupir a la cara físicamente en lugar de metafóricamente.
LOS SEXOADICTOS
Dirección: John Waters. Intérpretes: Tracey Ullman, Johnny Knoxville, Selma Blair, Chris Isaak. Género: comedia. EE UU, 2004. Duración: 89 minutos.
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