La poesía esencial de René Char revela la violencia y el furor de su obra
La edición bilingüe, a cargo de Jorge Riechmann, incluye sus tres libros fundamentales
Furor y misterio, Los matinales y Aromas cazadores son los tres libros del poeta francés René Char que se incluyen en Poesía esencial (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores). Una edición bilingüe a cargo de Jorge Riechmann que recorre gran parte de la obra de uno de los poetas centrales del siglo XX. Marcado por el surrealismo y por la resistencia al nazismo, Char, según escribió Camus, fue un poeta de "la rebelión y de la libertad", que jamás aceptó la complacencia ni confundió "la rebelión con el capricho". Camus añadió: "En su poesía habita el relámpago"
"La poesía de René Char es de gran exigencia moral e intelectual, pero eso no la hace ni fría ni intelectualista", señaló ayer Jaime Siles durante la presentación del libro. Jorge Riechmann recordó que lleva más de dos décadas traduciendo y estudiando al poeta francés, al que define así: "Duro, compacto, macizo, delicado, fulgurante. Se identifica con el cazador celeste y también con el lobo perseguido. Tiene reputación de poeta hermético, y que Paul Celan lo admirase tanto como para traducirlo al alemán no mejora las cosas en ese sentido".
Riechmann insiste en la coherencia entre la vida y la obra del poeta. Char, que nació en L'Isle-sur-Sorgue, en Provenza, en 1907, y murió en 1988, alcanza su cumbre poética entre el final de los años treinta y los cincuenta (años en los que escribe Furor y misterio y Los matinales). Son los años de la II Guerra Mundial y de la Resistencia, en la que Char participa como jefe de guerrilleros. Riechmann apunta entonces la tragedia que encierra su obra: "Combatir a un monstruo te convierte también en monstruo".
En las breves prosas de Hojas de Hipnos (pertenecientes a Furor y misterio), René Char reelabora las notas de su diario: "No sé cómo callarme, no sé cómo gritar", rezaba la faja de la primera edición del libro, editado en 1946. Dentro escribe: "Debemos rebasar nuestra rabia y nuestro asco, debemos hacerlos compartir, para elevar y ensanchar tanto nuestra acción como nuestra moral".
Impregnada de las contradicciones del siglo XX, la poesía de Char nunca eludió su compromiso con la belleza. También en Furor y misterio (pero dentro del libro El manantial narrativo) Char escribe: "Calles de la ciudad: por ellas va mi amor. Poco importa hacia dónde en el tiempo escindido. Ya no es mi amor, cada cual puede hablarle. No se acuerda ya; ¿quién en verdad lo amó y lo alumbra de lejos para evitar que caiga?".
"René Char es uno de los poetas centrales del siglo XX", señala Jorge Riechmann, "se trata de un autor de una impresionante seriedad vital y existencial, solidario, que tenía la capacidad de no hacer caso de lo que no merecía atención, lleno de entereza moral y capaz de vivir plenamente en el núcleo irradiante de la poesía".
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