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VIOLENCIA EN IRAK

Rice viaja a Irak para pedir al Gobierno la integración política de los suníes

La visita de la secretaria de Estado de EE UU coincide con una de las peores olas de violencia

Sólo media docena de altos cargos del Gobierno de EE UU sabían con antelación que la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, se disponía a realizar ayer su primera visita a Irak desde que asumió ese cargo. Rice, que se movió por el país en un helicóptero militar fuertemente protegido, alabó la colaboración de grupos religiosos y étnicos en su apoyo al nuevo Gobierno iraquí y pidió la integración de los suníes en el proceso político. Su visita coincide con la mayor escalada de violencia de los últimos meses, con más de 400 víctimas en atentados en poco más de dos semanas.

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El viaje de Rice a Irak debía haberse realizado hace semanas, pero el Departamento de Estado lo suspendió cuando el plan dejó de ser secreto. Esta vez el viaje se preparó en el círculo de colaboradores más cercanos y se pudo mantener confidencial hasta que Rice estaba a punto de aterrizar en la ciudad kurda de Erbil en un avión militar C-17. Sólo tres periodistas -alertados minutos antes del viaje- acompañaron a Rice.

Ideóloga de la invasión en Irak cuando era consejera de Seguridad Nacional, Rice sólo había visitado este país como acompañante del presidente George W. Bush, en el viaje sorpresa a una base de Bagdad el día de Acción de Gracias de 2003. La secretaria de Estado se reunió con el primer ministro iraquí, Ibrahim al Yafari y el viceprimer ministro, Ahmed Chalabi, que en su día disfrutó de fuertes conexiones con el Gobierno de Bush antes de caer en desgracia en Washington. En una rueda de prensa junto a Yafari, Rice pidió paciencia y tiempo "porque las cosas no ocurren de un día para otro". Y repitió que sólo han transcurrido unas pocas semanas desde la formación del Gobierno.

El viaje de Rice incluyó otras paradas en la zona kurda del norte con visitas a bases militares y líderes políticos, entre ellos Masud Barzani, con quien se reunió en la zona montañosa en la que se sitúa la sede del Partido Democrático del Kurdistán. En entrevistas con varias cadenas de televisión de EE UU, Rice lamentó que una gran parte de los suníes no participaran en las elecciones del 30 de enero pero se mostró convencida de que la presencia de miembros de esa etnia en el Gobierno de Yafari impulse una integración que puede provocar, según Rice, "el principio del fin de la violencia", dado que la mayor parte de los combatientes iraquíes que forman lo que se ha dado en llamar la insurgencia son de origen suní, como lo es también el ex dictador Sadam Husein. "Para que haya un Irak unido en el futuro, los suníes tienen que estar incluidos en los procesos", declaró la secretaria de Estado a la CNN, quien agregó que se trataba de una cuestión crucial.

Rice llegó a comparar el proceso democrático en Irak -si culmina con éxito- con la caída del telón de acero, aunque reconoció los impedimentos de la violencia: "Sí, la insurgencia es muy violenta", dijo Rice, "pero contra la insurgencia se puede ganar no sólo militarmente. Se puede ganar mediante una alternativa política fuerte". Rice se negó a aceptar que las férreas medidas de seguridad que protegieron su visita a Irak fueran un símbolo de la inestabilidad: "Sólo quiere decir que hay terroristas que quieren destruir las semillas de la democracia". Su visita incluyó también un discurso ante cientos de soldados y algunos diplomáticos en la Embajada de EE UU, una fortificación militar en el corazón de la Zona Verde de Bagdad.

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La Administración Bush ha recibido señales por parte de líderes radicales suníes de que estarían dispuestos a abandonar la violencia si el nuevo Gobierno de mayoría chií da a los representantes de esta confesión un papel importante en el futuro político del país, según publicó ayer el diario The New York Times. Representantes del Gobierno estadounidense están presionando a líderes chiíes de la línea dura para que permitan la entrada de antiguos miembros del Partido Baaz, único bajo Sadam Husein.

[El Gobierno de EE UU trabaja en la verificación de una información del semanario británico Sunday Times, según la cual, el líder de Al Qaeda en Irak, Abu Musab al Zarqaui, resultó herido la semana pasada en este país, indicaron fuentes oficiales de EE UU a la cadena Fox News. El médico que asegura haber curado a Al Zarqaui, declaró que el enfermo sangraba abundantemente, informa France Presse].

Condoleezza Rice se dirige a la prensa en Salahudin, cerca de Erbil, en presencia del líder kurdo, Masud Barzani.
Condoleezza Rice se dirige a la prensa en Salahudin, cerca de Erbil, en presencia del líder kurdo, Masud Barzani.AP

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