Ejercicios de muñecas
El síndrome del túnel carpiano, producido en la muñeca por cargar con la cartera o escribir en el ordenador, es cada vez más frecuente. Además de ser muy doloroso, a veces llega a precisar cirugía, por lo que resulta más sano y productivo realizar periódicamente ejercicios que ayudan a prevenir este desorden.
Acarrear una oficina ambulante o distribuir diez kilos de papeles y electrónica, mitad en bandolera sobre el hueso del hombro y mitad pendiendo del brazo, resulta meritorio. Además la mano está obligada a permanecer flexionada para que la cartera no se pegue con las piernas, y ni el hombro ni la muñeca protestan, o al menos eso es lo que parece, ya que en realidad esos huesos y articulaciones sí terminan resintiéndose.
La muñeca sufre otros malos tratos además del que inflige sobre el hombro la cartera colgando. La posición sobre el ratón del ordenador, mano y dedos permanentemente elevados sobre el nivel del brazo, es otra agresión muda, silenciosa, constante, eficazmente agresiva. Tanto como el gesto de cerrar los cajones del despacho teniendo la muñeca flexionada a fin de empujar con la palma. Cuando estos gestos combinados se hacen sentir, a veces es demasiado tarde y el deterioro es considerable: aparece el síndrome del túnel carpiano. El doctor Simorpes, traumatólogo del hospital Madrid, lo explica así: "El túnel carpiano es un canal estrecho por el que circula el nervio mediano, que atraviesa la palma y sirve a la mano. Este canal puede estrecharse por la acción de movimientos repetitivos (u otras causas), y, al sufrir presión, produce inflamación de los tendones, que puede ser crónica o aguda".
En cualquier caso, se trata de un síndrome doloroso y de difícil tratamiento. El dolor irradia por los dedos, que también llegan a entumecerse; en algunos casos se pierde sensibilidad, la corredera se esclerosa y los músculos circundantes se atrofian. A veces es preciso abrir el tejido e introducir el electromiograma a fin de averiguar la extensión de la lesión. El dolor puede ser considerable, por lo que merece la pena detenerse a pensar cómo evitar este tipo de lesión.
Prevenir consiste en reflexionar sobre la manera de ejercer la actividad. Si permanecer horas y horas trabajando en el ordenador a pleno rendimiento terminará, inevitablemente, en una interrupción de meses del trabajo, a largo plazo la rentabilidad es baja. Es preciso admitir que el cuerpo no es una máquina que pueda mantenerse anclada en la inmovilidad, rindiendo indefinidamente. La articulación precisa descansos, ejercicios que reequilibren el tono de los músculos y liberen líquido sinovial, estiramientos que alivien la tensión y flexiones en el sentido inverso a la que se produce al sostener la cartera o trabajar en el ordenador. También prestar atención a los primeros signos de protesta, en lugar de ser heroicos y seguir creyendo que podemos amansar esa aparte de nuestro cuerpo. Por tanto, si molesta, es mejor acudir al médico, seguir sus consejos y, sobre todo, mantener todas nuestras estructuras músculo-esqueléticas perfectamente equilibradas.
Es preciso comprender que si un músculo se flexiona constantemente en una dirección, se producirá un exceso de tono que desequilibrará la articulación a la que está ligado. El mantenimiento físico consiste en realizar el trabajo necesario y adecuado para que todos los músculos se tonifiquen de manera equilibrada y armoniosa. Así, si la mano está permanentemente flexionada, incluso sosteniendo una pesada carga, la de la cartera, deberemos realizar flexiones en el sentido contrario y con carga similar, además de ejercicios que movilicen la articulación a fin de que ésta libere líquido sinovial, que constituye el alimento de los tejidos que la componen.
A fin de prevenir el agobiante síndrome del túnel carpiano, utilizar un ratón con apoyamanos de caucho; en la jornada de trabajo deben incluirse descansos en los que se sacudan las manos, flexiones, rotaciones de la muñeca, movimiento de los dedos, y, al final del día, levantar una pesa en sentido contrario al del que sostiene la cartera.
Cambiar el ritmo
Interrumpir de vez en cuando las sesiones de trabajo en el ordenador o el transporte de la cartera con estos ejercicios:
01 Cerrar el puño y abrirlo vigorosamente estirando los dedos. Repetir diez veces cada hora.
02 Realizar círculos con las manos en ambos sentidos manteniendo las muñecas fijas. Repetir varias veces cada media hora.
03 Teniendo el brazo paralelo a la mesa y el puño cerrado, rotar la mano a la derecha y a la izquierda. Repetir varias veces cada media hora.
04 Teniendo el brazo paralelo a la mesa, flexionar la muñeca derecha, dedos hacia abajo, apoyar en ella la mano izquierda, ejercer una ligera presión y mantener medio minuto estirando cada muñeca.
05 Coger una mancuerna de medio kilo con la mano derecha, colocar el brazo paralelo a la mesa, sostenido por la mano izquierda, flexionar la mano hacia abajo. Manteniendo brazo y muñeca inmóviles, elevar la mano hasta colocarla en línea con el brazo. Repetir 20 veces. Cuando el ejercicio se realice fácilmente, aumentar el peso de la mancuerna y también el número de repeticiones.
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