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Italia entra en recesión con una caída del PIB del 0,5% en el primer trimestre

"No se puede ir a la playa y esperar que crezca la economía", afirma Silvio Berlusconi

Italia ha entrado en recesión. El instituto nacional de estadística anunció ayer que la economía del país había sufrido una contracción del 0,5% en el primer trimestre de 2005 respecto al anterior, lo que, tras el dato también negativo del último trimestre de 2004 (caída del 0,4%), suponía, "desde el punto de vista técnico, una recesión indudable". El presidente del Gobierno, Silvio Berlusconi, atribuyó la gravedad de los datos a "las vacaciones de Semana Santa". "No se puede ir a la playa y esperar que crezca el producto interior bruto", declaró el dirigente.

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La reacción de Berlusconi fue típica: una sonrisa, una frase sobre las vacaciones y una actitud aparentemente despreocupada. El gran vendedor de optimismo dejó que sus portavoces minimizaran el significado del crecimiento negativo. "No hay que confundir las definiciones técnicas con la realidad, se trata de una dificultad puntual que superaremos gracias a las nuevas medidas sobre competitividad y con la reducción de los impuestos sobre las empresas", afirmó Giuseppe Vegas, viceministro de Economía.

Dentro del mismo Ministerio de Economía, otros tomaron la noticia más en serio. "El dato estadístico sobre el PIB no es una catástrofe, pero sería fatal tomarlo a broma o minusvalorarlo porque hacen falta respuestas rigurosas y eficaces", dijo el subsecretario Michele Vietti.

La oposición de centro-izquierda criticó con dureza a Berlusconi por su "frivolidad" al atribuir la crisis a una semana de vacaciones a finales de marzo. "Por favor, dejemos tranquila la Semana Santa", comentó Romano Prodi. El líder de la oposición calificó el dato de "gravísimo". "Estamos preocupados por la evolución económica desde hace mucho tiempo y la cifra que acabamos de conocer excede nuestras peores previsiones; estamos en recesión, lo está Italia, no la Unión Europea; todo el sistema italiano está frenando", declaró.

Mauro Agostini, responsable de asuntos económicos del Partido de los Demócratas de Izquierda, lamentó que el Gobierno siguiera "empeñado en negar la realidad y en decir a los italianos que sólo es cierta la imagen feliz que transmite la televisión". "Si la coalición de gobierno, empeñada exclusivamente en resolver sus problemas internos, consigue por fin tomar conciencia del grado de dificultad en que se encuentra Italia, que afronte un debate en el Parlamento para buscar soluciones y cambiar una política económica errónea", afirmó.

Una autoridad económica por encima de los partidos, el presidente del Tribunal de Cuentas, Francesco Staderini, consideró "muy preocupante" la noticia. "Ahora corresponde al Gobierno la toma de decisiones administrativas, como un recorte del gasto o un presupuesto-bis, o de medidas que podrían incidir de forma notable sobre los ciudadanos, como un aumento de los impuestos; no hay soluciones técnicas, sólo políticas", indicó.

El vicepresidente de la patronal Confindustria, Andrea Pininfarina, se sumó al coro del pesimismo: "Los datos son peores de lo que esperábamos, y no esperábamos nada bueno", dijo. "Estamos peor que el resto de Europa y el clima de confianza en las familias y en las empresas se sitúa en un mínimo histórico".

Deterioro de la industria

Ningún analista había previsto que la evolución de la economía arrojara un dato tan grave. Se calculaba un pequeño descenso, de una o dos décimas, pero en ningún caso de medio punto y con un cuadro que reflejaba una caída de la agricultura y la industria y un estancamiento de los servicios, sostenidos tan sólo por la distribución de energía.

"Son dos trimestres de descensos consecutivos de gran calado y, por tanto, muy preocupantes", declaró Gianluigi Mandruzzato, analista macroeconómico de Banca Intesa, quien atribuyó la base del problema al escaso valor añadido de las exportaciones italianas: "Estamos muy expuestos a la competencia asiática y a la revalorización del euro", dijo. "Incluso en términos comparativos, dentro de la UE Italia está peor que los otros porque pierde competitividad, dado que su inflación es superior a la media", añadió Mandruzzato.

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