La familia del español condenado a muerte en Filipinas pide otro juicio
Larrañaga reafirma en vídeo su inocencia
Paco Larrañaga tiene la mirada triste; su rostro refleja el cansancio de ocho años en la cárcel y de su boca sólo salen ruegos y juramentos de inocencia. Hace un año y medio, el Tribunal Supremo de Filipinas condenó a pena de muerte a este joven español de 27 años por el secuestro y asesinato de dos jóvenes hermanas en la isla de Cebú en 1997, en un proceso que, según su familia y sus abogados, estuvo plagado de irregularidades.
Ayer, en Madrid, se dio a conocer el testimonio de Larrañaga en un vídeo realizado por Michael Collins, quien le ha visitado en varias ocasiones en la prisión de Manila, donde malvive junto con otros condenados en el corredor de la muerte. En el vídeo, de poco menos de un minuto, Larrañaga asegura: "Llevo ocho años en una cárcel, aquí en Filipinas. Soy inocente. Fui condenado a muerte por un crimen que no cometí".
Según relata en el vídeo este joven de padre vasco y madre filipina, el día del crimen "estaba en la ciudad de Manila, a 300 kilómetros de Cebú. A 35 compañeros y a algunos profesores que estuvieron conmigo haciendo un examen en Manila no los han dejado testificar. A mí tampoco me dejaron testificar, no me querían escuchar", prosigue. "Por favor, escúchenme. Siento mucho lo que le ha pasado a la familia Chiong, pero no tengo nada que ver con lo que les pasó a sus hijas". "Por favor, no me abandonéis".
El ruego de Larrañaga llega acompañado de una fuerte campaña internacional que busca presionar para que se revise el caso. Hoy, la defensa del joven espera que el Tribunal Supremo de Filipinas resuelva una moción de reconsideración que permita que se realice un nuevo juicio en el que se demostraría, según sus abogados, que Larrañaga es inocente. Los Colegios de Abogados de Madrid, Barcelona y Bilbao han revisado el caso y coincidieron en que el juicio en que se condenó a Larrañaga careció de las mínimas garantías.
Sin embargo, el temor de que este joven sea ejecutado es latente, pese a que en el actual Gobierno de la presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo, no ha habido ninguna ejecución. "El clima político en ese país no es precisamente estable", aseguró el diputado del Partido Popular, Jorge Moragas, quien visitó a Larrañaga el mes pasado en la prisión de New Bilibid en Filipinas. "Al reunirnos con Paco confirmamos las intuiciones y las convicciones jurídicas que teníamos de que es inocente".
El diputado del PNV Iñaki Anasagasti, quien también vio al condenado en la cárcel, dijo a la familia que "no está sola. Tal como nos lo dijo él, todo el movimiento que ha generado su causa es una vitamina y una luz para su vida en el corredor de la muerte". Desde la isla de Cebú, en Filipinas, la madre de Larrañaga, Margot, afirmó: "No he perdido la esperanza de ver a mi hijo libre, porque estoy segura de que él no estuvo allí el día de los crímenes".
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