Una gran novela sobre la Guerra Civil

La editorial sevillana Renacimiento ha publicado recientemente en un solo volumen la novela corta El cura de Almuniaced seguida de 10 cuentos y un relato inacabado de José Ramón Arana, un escritor del exilio. El cura de Almuniaced es una de esas joyas literarias que aumentan su fama con el paso del tiempo. Es otro gran libro de ficción sobre la Guerra Civil que puede parangonarse con obras sobre este mismo asunto escritas por Barea, Foxá, Aub o Sender.

El cura de Almuniaced sólo había visto hasta la fecha dos ediciones. La primera de ellas fue prohibida por la censura franquista. Mosén Jacinto es el protagonista de la novela. Se trata de un sacerdote que intenta aplicar los principios evangélicos en un pueblo de la España profunda, sumido en la incuria y el inmovilismo desde hace siglos. Sus afanes le llevarán al cura a chocar con las fuerzas vivas, poco comprensivas con su deseo de cambiar la suerte de los más pobres. Cuando se produce la rebelión franquista, el sacerdote se niega a dejar en la estacada a sus feligreses y se queda en el pueblo.

"La ascendencia unamuniana de Mosén Jacinto queda explícita en su admiración por el 'profesor de Salamanca", escribe el catedrático de instituto Luis A. Esteve en la introducción del libro. "Conforme avanzamos en la lectura, conoceremos los motivos de su angustia: desde su intento de reevangelización de una sociedad en la que no se practica el amor al prójimo, hasta su íntimo desasosiego metafísico. En cada caso un interlocutor -Fermín, el antiguo monago convertido en dirigente anarquista; o Don Jerónimo, el médico- permitirá plantear el problema dialógicamente", agrega Esteve.

José Ramón Arana (Zaragoza, 1905-1973), cuyo nombre auténtico era José Ruiz Borau, quedó huérfano en su infancia, que estuvo marcada por la pobreza. Su obra está formada por poemarios, cuentos, novelas y ensayos políticos. Es El cura de Almuniaced el libro que hará que perdure su memoria. Arana regresó de su exilio en México a España en 1972. Estaba muy enfermo. Murió un año después.