Cataluña cede el segundo puesto a Valencia como imán del capital extranjero en 2004

Cataluña ha sido tradicionalmente, sólo por detrás de Madrid, la comunidad que más inversión productiva extranjera ha recibido. Pero en 2004 la Comunidad Valenciana le tomó la delantera, según datos del Ministerio de Industria. La Generalitat relativiza el paso al tercer lugar como "resultado de una operación inversora aislada" que el año pasado benefició a Valencia. Pero lo cierto es que Cataluña lleva dos años reduciendo su peso en la tarta de la inversión extranjera industrial, que ha dejado atrás las alegrías de los noventa para toda España. En 2002, Cataluña representaba el 18,09%. En 2004, el 13,96%.

Madrid conserva, eso sí, el primer lugar, si bien su peso a la hora de captar inversiones quedó en 2004 a una decena de puntos porcentuales por detrás del que tenía dos años antes, cuando se hizo con el 40,2% del total.

Pero Madrid, recuerda la subdirectora adjunta de la Dirección de Comercio e Inversiones del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, Silvia Iranzo, se beneficia del efecto sede. Y es que para determinar en qué comunidad autónoma se ha realizado la inversión bruta productiva, en algunos casos se tiende a hacer uso del lugar donde se encuentra la sede social de la multinacional que invierte, de modo que la capital aparece incluso con más inversiones de las que realmente capta e "inflada".

El director de la Agencia de Inversión de Cataluña, Joan Josep Berbel, evoca el mencionado relleno de Madrid -y también el aumento desorbitado, del 777,7%, de la inversión extranjera en la Comunidad Valenciana en un solo año debido "a una operación aislada"- para evaluar como un dato "muy positivo" lo ocurrido en Cataluña. En la comunidad catalana entraron 1.554 millones de euros, frente a los 2.279 millones de Valencia y los 4.475 millones de Madrid.

Esta valoración es compartida por la secretaria general de Industria y Energía de la Generalitat, Maria Teresa Costa, quien afirma que los resultados demuestran que "Cataluña sigue siendo un territorio atractivo para la inversión extranjera". El 85,93% del capital invertido procedió de los países de la Unión Europea (UE). EE UU pesó el 6%.

Los sectores que más se beneficiaron de las nuevas entradas de capital fueron el de la alimentación (232 millones); curiosamente el textil, en plena crisis, (208 millones); la automoción (197 millones); el inmobiliario (155 millones), y el químico, que captó 109 millones del total de la inversión extranjera en Cataluña.

Inversiones y "humo"

Todos estos datos referidos a la inversión extranjera considerada productiva no incluyen la que se realiza a través de las llamadas entidades de tenencia de valores extranjeros (ETVE), que se limitan a gestionar y administrar la actividad de las filiales implantadas por la multinacional.

Incluyendo la inversión extranjera a través de ETVE, las cosas sí le fueron bien a Cataluña: en 2004 ascendió a 4.038 millones de euros. Aunque este último tipo de inversión es "humo", sostiene Iranzo, porque "no afecta a la economía real, es un mero apunte contable". Pero en 1997 el Gobierno central introdujo una ley que favorecía los incentivos fiscales de las ETVE, con la que se pretendía convertir al territorio español en el canalizador de la inversión extranjera. Ocho años más tarde, 100 de las 500 compañías más importantes del mundo utilizan España con esa finalidad.

En valores absolutos, de un año para otro Cataluña perdió el 1,26% de la inversión exterior considerada productiva (sin ETVE), cuando en el conjunto de España ésta subió el 12%. Las cosas le fueron mal a Madrid, que perdió el 27,69%.