Los ayuntamientos quieren eliminar el control del Gobierno sobre sus actuaciones
Eudel plantea cinco demandas para aumentar el poder municipal en Euskadi
Los ayuntamientos vascos reclamaron ayer la supresión del "control político" del Gobierno sobre algunas de las actuaciones municipales, una conducta que calificaron como un "resto" de la dictadura franquista. Eudel, la asociación que representa a los 250 municipios de Euskadi, celebró ayer su asamblea anual, en la que su presidente, el peneuvista Karmelo Sainz de la Maza, reivindicó el poder local cuando se cumplen 26 años de la constitución de los ayuntamientos democráticos. "Estamos en un nuevo escenario con un protagonismo creciente de lo local", enfatizó Sainz de la Maza.
La asamblea, celebrada en Leioa, lanzó cinco requerimientos al nuevo Gobierno autónomo: la elaboración de la tantas veces aplazada ley Municipal, la readecuación de la financiación local, nuevos mecanismos de cooperación interinstitucional, el diseño de un nuevo modelo de Estado del Bienestar y la renovación del asociacionismo municipalista en Euskadi.
El presidente de Eudel instó a que el control de los municipios, que ya son fiscalizados por el Ararteko o por el Tribunal Vasco de Cuentas, descanse sólo en los tribunales y consideró "fuera de lugar un control político" del Gobierno vasco. Para ilustrar esta situación, expuso una situación sufrida por él mismo como alcalde de Leioa, al verse con un escrito de un director general que le decía que "la gestión de los nichos del cementerio no es la adecuada".
Sainz de la Maza recalcó que los ayuntamientos vascos ya son "mayorcitos" y opinó que, si el Gobierno autónomo apreciase alguna ilegalidad, su actuación debería limitarse a comunicarla a los tribunales.
Eudel reclamará la creación de un Consejo de políticas públicas que evite a los consistorios tener que ir "de departamento en departamento" en cuestiones como vivienda, empleo y desarrollo económico, asuntos sociales e inmigración. A su juicio, debe partirse del reconocimiento de lo local como "poder autónomo y no tutelado".
Sainz de la Maza señaló que Eudel reclamará al nuevo Ejecutivo, como en anteriores legislaturas, la participación de los ayuntamientos en el Consejo Vasco de Finanzas, el órgano en que reúne al Gobierno y las tres diputaciones para decidir el reparto de los fondos económicos en Euskadi.
El presidente de Eudel precisó que la intención es la entrada en dos fases: la primera como observadores, para la que fijó un plazo de un año porque sólo requiere "una decisión propia" del Consejo de Finanzas, y una posterior ya como miembros de pleno derecho en el plazo de la legislatura.
Los cambios en la financiación municipal planteados se basan en un compromiso para la adecuada gestión de los ingresos locales sobre la que "ha habido acusaciones que son falsas" y la modificación de las ayudas para cuestiones concretas como euskaltegis, guarderías o inmigración, "que es lo que más preocupa, porque no están adecuadamente diseñadas". Eudel planteó que se cree una mesa de negociación que alcance un gran acuerdo político sobre la financiación municipal en la que estén implicados la mayor parte de los partidos.
Según sus cálculos, las partidas de servicios sociales para inmigración o tercera edad absorben más del 30% de los gastos municipales. "Si no contamos con recursos financieros no tenemos armas para llevar a cabo políticas sociales", aseguró Sainz de la Maza.
Otro de los requerimientos pasa por lograr una "complicidad institucional" con el objetivo de diseñar un nuevo modelo garantista de Estado del Bienestar. Eudel considera que el crecimiento vegetativo de la población y la llegada de inmigrantes "exigen nuevos recursos" y "no vale que una institución pase la pelota a otra porque el gasto social sigue creciendo".
Eudel cree además fundamental una renovación del asociacionismo municipalista en Euskadi, y en especial la reducción del número de colectivos existente. "En otros países hay dos o tres asociaciones, pero no siete como nosotros", dijo citando a entidades como Udalbiltza, Euskal Fondoa, Uema, Garapen, Behargintza, Udalsarea y otras en gestación. El presidente abogó por un nuevo estatus jurídico de Eudel, puesto que "ahora tiene un estatus de asociación privada", lo que calificó de "contrasentido".
Junto a ello, reclamó un aumento de la estructura y financiación de la asociación municipal. "Vamos a aprobar un presupuesto [para 2005] de 300 millones de las antiguas pesetas [1,8 millones de euros], que es claramente insuficiente".
La fallida ley Municipal
Como ocurre en cada asamblea de Eudel, ayer volvió a surgir la reivindicación de una ley Municipal de Euskadi, un asunto que los distintos gobiernos vascos no han podido desarrollar en los más de 25 años de vigencia del Estatuto de Gernika. En un país con tantos niveles competenciales -ayuntamientos, diputaciones y Ejecutivo autónomo, además de las del Gobierno central- una legislación de régimen local resulta fundamental para que las corporaciones locales tengan la máxima autonomía en la gestión de sus intereses.
Eudel se ha quejado repetidamente desde la década de los 90 de los inconvenientes de la falta de esta ley: los ayuntamientos se han hecho cargo de servicios al ciudadano sin contar con la financiación adecuada, lo que se ha traducido en un mayor endeudamiento. La consecuencia ha sido la desaparición de servicios o su reducción drástica, como ocurrió con las oficinas de información al consumidor.
Ya en 1999, hubo un compromiso del lehendakari, Juan José Ibarretxe, para abordar la elaboración de esta normativa y la creación de un grupo de trabajo con las corporaciones. Pero las legislaturas pasan y la ley no llega a nacer.
Karmelo Sainz de la Maza señaló ayer que ahora es el momento, "porque es el reto". "Debe ser ya la que cierre el modelo institucional vasco". El presidente de Eudel afirmó que la situación surgida de las elecciones hará necesario un gran consenso. "No va a salir con el esfuerzo sólo de uno, dos o tres partidos".
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