Entierro del plan
Los comunicados y mensajes complementarios emanados ayer de La Moncloa y Ajuria Enea tras la entrevista Zapatero-Ibarretxe abundan en referencias a la normalidad, lealtad, oportunidad, responsabilidad, serenidad, cordialidad... A falta de comparecencias personales, los comunicados respectivos abundaron en generalidades de este tipo. Es lo propio de una reunión de deshielo cuyo contenido específico se ha querido ocultar al conocimiento público. La anterior entrevista entre Zapatero e Ibarretxe, en enero, estuvo marcada por la inminencia del debate en el Congreso sobre el plan soberanista. Ayer, ni siquiera fue evocado. Entre ambas reuniones ha habido el rechazo a ese plan por las Cortes y unas elecciones en las que el electorado no ha respaldado la pretensión de Ibarretxe de forzar una negociación de su proyecto.
El plan ha decaído y, como reconoció el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, ahora sólo es una propuesta de partido. Ni siquiera está claro que lo sea del tripartito, dadas las reticencias expresadas por Madrazo en la campaña. Ello abre la posibilidad de iniciar el proceso de reforma estatutaria desde una voluntad de consenso interno vasco que faltó antes. Los resultados electorales desde Lizarra demuestran que su radicalización no amplía, sino todo lo contrario, las fronteras de la comunidad nacionalista. La relación en escaños, que era de 41-34 en 1998 y de 40-35 en 2001, es ahora de 39-36.
El nacionalismo sigue siendo mayoritario, pero no consigue añadir apoyos. La ensoñación que identificaba normalización política con aceptación de los planteamientos soberanistas por parte de los no nacionalistas no se ha verificado. Es impensable que una propuesta como la de Ibarretxe, puramente nacionalista, pueda conseguir un respaldo comparable al que tuvo el Estatuto de Gernika. Y algo en lo que están de acuerdo Zapatero e Ibarretxe es en que una condición para la reforma, cualquiera que sea su alcance, es que no cuente con menos apoyo que el que tuvo el texto a reformar.
La otra condición comprometida por Ibarretxe es que la consulta que debería culminar el proceso de reforma sólo sería válida en ausencia de violencia. De los datos conocidos se deduce que los jefes de Batasuna quisieran poder regresar a la legalidad (ellos en persona, y no a través de sucedáneos) y que han comprendido que ello depende de que ETA se retire. Pero no hay indicios claros de que los jefes de ETA estén por la labor. En marzo reiteraron sus amenazas a los partidos no nacionalistas, el 2 de abril dijeron (en una entrevista) que la condición para abandonar las armas seguía siendo la aceptación de su programa y el 23 del mismo mes robaron 5.000 kilos de clorato. Sobran motivos, por tanto, para el escepticismo.
Pero es posible que la ausencia de atentados mortales durante casi dos años se deba en parte a la presión de los de Otegi, que saben que con asesinatos de ETA nunca volverán a la legalidad. Si Batasuna lograra una declaración formal de abandono de la violencia, tal vez se abriría la posibilidad de un arreglo sobre los presos. Pero la experiencia aconseja no arruinar, en nombre de esa remota posibilidad, lo que ha resultado efectivo para debilitar a ETA: mantener la presión policial y judicial, no dar ningún paso sin compromiso previo de abandono de las armas y conservar el acuerdo del Pacto Antiterrorista de que nadie obtendrá una ventaja política de la violencia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- José Luis Rodríguez Zapatero
- VIII Legislatura País Vasco
- Plan Ibarretxe
- Juan José Ibarretxe
- Gobierno en funciones
- Opinión
- Presidencia Gobierno
- Orden público
- EAJ-PNV
- Gobierno Vasco
- PSOE
- Seguridad ciudadana
- Parlamentos autonómicos
- Gobierno autonómico
- País Vasco
- Política antiterrorista
- Parlamento
- Lucha antiterrorista
- ETA
- Partidos políticos
- Comunidades autónomas
- Política autonómica
- Grupos terroristas
- Administración autonómica
- Gobierno