Finaliza la perforación de uno de los túneles del tren a Valladolid

Entre septiembre de 2002 y enero de 2003, cuatro perforadoras -dos por vertiente- empezaron a horadar la sierra del Guadarrama para unir Madrid y Segovia. El objetivo era crear dos túneles gemelos y comunicados entre sí de 28,377 kilómetros de longitud. Por ellos pasarán los trenes de alta velocidad que unirán Madrid con Valladolid. La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, dio ayer por concluida la perforación de uno de los dos túneles.

A las 11.43 de ayer, Álvarez dio la orden por un radiotransmisor: "Procedan con el cale". En ese momento, una de las cuatro máquinas -la de la galería este- que han intervenido para horadar los túneles de Guadarrama en el trazado ferroviario de alta velocidad Madrid-Segovia-Valladolid se dispuso a avanzar los últimos metros.

Alrededor de 25 minutos después, como si estuviera radiando un partido en directo, la ministra comentaba las imágenes de "este acontecimiento histórico", proyectadas en grandes pantallas, seguida atentamente por diversas autoridades, tanto de su departamento y del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), como de los Gobiernos de Madrid y de Castilla y León.

Era el instante en el que se abría la "puerta" por la que se dará paso a las comunicaciones ferroviarias con el norte y el noroeste peninsular. Para conseguirlo, en cuya superficie se sitúan parajes naturales como el macizo de Peñalara o el valle de Lozoya, se han extraído de la sierra cuatro millones de metros cúbicos de piedra. A las 12.26, entre aplausos, dos trabajadores, llamados Ricardo y Julián, uno en cada vertiente, se fundieron en un abrazo como símbolo de la victoria sobre la dura y abrasiva roca del Guadarrama.

Brindis sin alcohol

Un día de celebración en el que por decisión de la ministra no hubo brindis "con alcohol", como suele ser tradicional en este tipo de acontecimientos, aunque se trate, como recordó, del "primer túnel del siglo" en España, el más largo, así como el cuarto de Europa y el quinto del mundo, no sólo por sus dimensiones, sino por el proceso de construcción "y por su respeto al medio ambiente". Pese a que la tuneladora se guía por un sistema computadorizado y ejecuta una medición por láser cada 10 segundos, Álvarez reconoció que habían corrido el riesgo de que la perforadora no coincidiera con el hueco hecho desde el otro lado.

Las obras del túnel de Guadarrama se componen básicamente de dos túneles paralelos, con una separación de 30 metros entre ejes. Ambos tubos se encuentran conectados entre sí por galerías de emergencia situadas, una vez estén en servicio, cada 250 metros. Durante el proceso de construcción se han perforado estas galerías de emergencia cada 1.000 metros con el fin de garantizar la seguridad de los trabajadores.

El trazado de los túneles -los primeros del mundo en su longitud que se excavan sin ataques intermedios- discurre entre el término de Miraflores de la Sierra y las inmediaciones de la capital segoviana.

Desde el lado de Madrid, los túneles arrancan a una altitud de 998 metros y alcanzan una cota máxima de 1.200 metros. En algunos momentos, la obra ha tenido hasta 4.000 empleados, distribuidos en tres turnos. Está previsto que los trabajos de excavación del tubo oeste concluyan definitivamente en junio.

El túnel de Guadarrama ha sufrido cinco accidentes laborales, en los que murieron dos obreros. El primero ocurrió, siendo ministro Álvarez-Cascos, el 20 de enero de 2003, cuando fallecieron dos operarios al caérseles encima una tolva de cemento. El segundo, ocurrido el 6 de junio de 2003, se produjo por un boquete en la sierra. El 6 de agosto de ese mismo año, 34 operarios quedaron atrapados en el interior del túnel durante más de cinco horas por el incendio de una locomotora. Tres semanas después volvió a incendiarse y herir a varios trabajadores. El 29 de noviembre de 2004 un choque entre dos trenes causó nueve heridos.