Zapatero se compromete a no reformar el mercado laboral sin los agentes sociales

El diálogo social es "un tesoro" para España, por lo que el Gobierno procurará cuidarlo de la manera que puede hacerlo; esto es, escuchando a los agentes sociales. "No habrá ninguna reforma del mercado de trabajo que no se haga con acuerdo de sindicatos y empresarios, éste es mi compromiso".

Cándido Méndez pidió a Rodríguez Zapatero que continúe con medidas que modifiquen el modelo de crecimiento económico de España- hasta ahora más basado en los bajos costes que en el desarrollo de las nuevas tecnologías- con especial énfasis en el empleo de calidad.

Hace algo menos de 14 meses el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, acudió a una sede de la UGT de Madrid, para presentar el programa electoral en materia laboral y social. Faltaban cinco días para las elecciones generales y allí recibió un caluroso apoyo.

Zapatero volvió ayer al mismo lugar y el recibimiento que obtuvo fue casi de entusiasmo, si bien el secretario general de UGT, aunque muy unido personalmente al líder socialista desde que llegó a la secretaría general del PSOE, elaboró un discurso sobrio de peticiones de esta central sindical. Desde luego, Méndez aprobó la gestión de este primer año de Zapatero.

"Compañeros" de UGT

Aunque el líder socialista se dirigió a sus "compañeros" de UGT como secretario general del PSOE, cuando estimó oportuno dejó claro que hablaba como presidente del Gobierno. Es lo que hizo cuando se comprometió a cuidar "el tesoro" que suponía para España el diálogo social y aseguró que no habría reforma del mercado laboral de ningún tipo sin el acuerdo de empresarios y sindicatos.

"El diálogo social va a dar sus frutos y el Gobierno, además, aprobará el proyecto de empleo estable al que lleguen empresarios y sindicatos", aseguró Zapatero, que recogió el guante contra el empleo precario que lanzó Méndez y antes el secretario general de UGT de Madrid, José Ricardo Martínez.

Previamente a la intervención de Zapatero el líder confederal de la central de inspiración socialista pidió "avanzar en el diálogo social y en la mejora de la calidad del empleo, que no radica en abaratar los costes laborales, en abaratar el despido". De manera implícita Méndez hacía así referencia crítica a las ideas que hasta ahora ha lanzado el Ministerio de Trabajo sobre su propuesta de reforma laboral. Este departamento ha sugerido la necesidad de abaratar el despido para todos los nuevos contratos, de forma que la contratación indefinida sea más atractiva y el empresario opte por ella en detrimento de la temporal.

Los sindicatos acogieron mal este intento de abaratar costes, con el argumento de que la contratación temporal no es un problema de costes, sino que hace falta perseguir los fraudes que se cometen con la utilización abusiva del contrato eventual. El Ministerio de Trabajo hará público probablemente la próxima semana su documento de propuestas para reformar el mercado laboral. A partir de ese momento comenzará la verdadera negociación entre Gobierno, patronal y sindicatos para pactar las medidas de impulso que requiere el mercado de trabajo, con la reducción de la temporalidad como principal objetivo. Con las palabras de Zapatero, parece que no habrá ninguna decisión unilateral del Gobierno respecto a cualquier modificación de las leyes laborales.

No faltaron piropos del presidente para el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, que le acompañó en este acto por su tarea de "poner orden" en la inmigración y ligar la última regularización de inmigrantes a un trabajo. También Cándido Méndez mencionó a este numeroso colectivo que se ve sometido a prácticas laborales ilegales. "¿Cómo no se sonrojan quienes nos critican por esta política de regularización en la que pretendemos que los inmigrantes trabajen con derechos y en condiciones dignas?", se preguntó Zapatero.

La subida del salario mínimo interprofesional, que asciende ya en 513 euros mensuales, y de las pensiones mínimas, que se han revalorizado este año entre un 5% y un 6,5%, fueron resaltadas por el líder socialista y reconocidas por Méndez como un paso correcto hacia nuevas mejoras.