El MNAC muestra la íntima relación entre la palabra y las artes plásticas
El museo ofrece un recorrido a través de un centenar de piezas de sus colecciones
Muchísimos son los libros representados en las obras del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) y aún más amplia es la representación de la palabra escrita. De todas ellas, el pintor y poeta Narcís Comadira ha seleccionado un centenar, desde el románico y el gótico hasta el arte moderno y la fotografía, para mostrar la íntima relación que existe entre los libros y la palabra escrita con las artes plásticas, en La palabra figurada, un recorrido por todas las colecciones del museo, que se inaugura hoy y que permanecerá abierto en Barcelona hasta el 8 de enero de 2006.
El sugerente itinerario se inicia con el Pantocrátor del ábside de la Seu d'Urgell, de la primera mitad del siglo XII, que lleva un libro en la mano izquierda y con el Altar de Tavèrnoles (siglo XII), en el que la figura central aparece flanqueada por cuatro obispos a cada lado, cada uno de ellos con un libro en la mano. Y acaba, como no podía ser de otra manera, con dos esculturas de Julio González: Don Quijote, de bronce, realizada entre 1929 y 1930, y Pequeña cabeza de Don Quijote (1930), de hierro forjado.
Es conveniente que el visitante se tome con calma el recorrido, pues atraviesa todas las colecciones del museo: románico, gótico, Renacimiento, barroco, Legado Cambó, Colección Thyssen, arte moderno, fotografía e incluye carteles, ex-libris, objetos de orfebrería o libros de autor.
El objetivo, explicó el comisario de La palabra figurada, Narcís Comadira, es mostrar cómo la palabra juega con la imagen a través del tiempo, desde la simple firma del artista o la representación de un libro, a la recreación de temas literarios, retratos de escritores y figuras de ficción. Y, al revés, también cómo la pintura "se mete en los libros y en la ficción".
Las obras seleccionadas están indicadas con una señalización especial que va acompañada de una explicación. Hay también un itinerario para niños y jóvenes.
Comadira destacó piezas como el retablo Sant Jeroni (hacia 1445-1455), de Jaume Ferrer. El santo fue escritor y traductor de la Biblia (Vulgata) y aparece en la pintura en ambas facetas y rodeado de utensilios para escribir; Inmaculada Concepción (1652), de Zurbarán, en el que se reproducen diversos tipos de escritura; Novel·la romàntica (1894), de Santiago Rusiñol, muestra a una joven con un libro; o la escultura Puixança (1956), de Josep Clarà, que representa a La ben plantada, el personaje de ficción creado por Eugeni d'Ors.
Giambattista Tiepolo, Sebastiano del Piombo; Fra Angelico, Maurice Quentin de la Tour, Hans Mielich o Marià Fortuny son otros de los autores cuyas obras aparecen relacionadas con la escritura.
Uno de los aspectos más interesantes del recorrido es que permite ver perfectamente la evolución del libro y de la lectura, desde el uso puramente religioso a la llegada de la imprenta, el libro como algo cotidiano, o la lectura por placer.
La palabra figurada se acompaña de un catálogo con textos de Comadira, Neus Galí, Victoria Cirlot, Francisco Calvo Serraller y Antoni Marí, entre otros especialistas.
Babelia
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