Acuerdo entre Sant Fruitós y Manresa para compartir parque tecnológico
Los ayuntamientos de Manresa y Sant Fruitós de Bages, vecinos y rivales políticos -el primero está gobernado por los socialistas y el segundo por CiU-, han llegado a un acuerdo histórico para hacer posible la creación del primer parque tecnológico de la Cataluña central, situado entre los términos municipales de ambas poblaciones. Los dos consistorios crearán un consorcio de gestión del futuro parque y repercutirán a partes iguales en su cuenta de resultados los ingresos por la implantación de las industrias, estén ubicadas en el término municipal que estén.
El acuerdo es el arranque del parque tecnológico de Manresa, que impulsa la empresa mixta de capital privado y público Projectes Territorials del Bages (PTB) con una inversión de 60 millones de euros, una ocupación de 35,4 hectáreas, y una superficie de techo edificable de 6,5 hectáreas. El resto de terreno se repartirá entre viales y zonas verdes y 21 hectáreas irán destinadas a una gran ampliación del parque de L'Agulla, un espacio de ocio que ocupa seis hectáreas y es el auténtico pulmón verde de Manresa. La creación del parque tecnológico comportará la preservación del interés natural de la zona.
PTB considera que cuando la ocupación del parque llegue al 100% trabajarán en él 1.500 personas. Los impulsores de la instalación desean captar empresas con procesos de producción caracterizados por la utilización de las nuevas tecnologías, que dispongan de un alto nivel de formación, que estén relacionadas directamente con la generación, el procesamiento y la transmisión de información y conocimiento, y que no sean ni molestas ni contaminantes.
Los alcaldes de Manresa, Jordi Valls (PSC), y de Sant Fruitós de Bages, Josep Rafart (CiU), conjuntamente con el presidente de PTB, Josep Maria Ribas, coincidieron en señalar el carácter extraordinario del acuerdo, porque permite crear el ansiado parque tecnológico, pero también ampliar la zona verde de L'Agulla. El primer paso tras el acuerdo es cambiar los usos del plan general de la zona, hasta ahora agrícola, para convertirla en industrial.
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