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EL ESTADO AUTONÓMICO

Zapatero garantiza un pacto de financiación entre las comunidades ricas y pobres

Fija la Conferencia de Presidentes de junio como el "momento determinante" para el acuerdo

Luis R. Aizpeolea

La próxima Conferencia de Presidentes autonómicos, que reúne a los jefes de Gobierno de todas las comunidades, será determinante para establecer las pautas de un posible acuerdo de financiación entre las comunidades ricas y pobres. Así lo pretende el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien ayer dio por hecho en León que habrá tal compromiso. Zapatero aseguró que el eje del debate sobre la financiación autonómica, intensificado desde que el jueves se conoció la propuesta de la Generalitat catalana, que reclama la plena recaudación de los impuestos y una agencia tributaria propia, consistirá en integrar los intereses de las comunidades más desarrolladas económicamente, como Cataluña o Madrid -que realmente tienen graves problemas de financiación para atender los servicios básicos-, con los de las comunidades menos desarrolladas, como las dos Castillas, Extremadura, Asturias y Galicia, con grandes necesidades en infraestructuras, nuevas tecnologías e inversiones.

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Zapatero, además de fijar lo que llamó los "dos polos del debate" y garantizar que la economía española puede satisfacer ambas demandas, estableció el foro de este compromiso: la Conferencia de Presidentes que convocará a fines de junio. "Será el momento culminante del debate", señaló.

El presidente eligió León, su ciudad, enmarcada en una de las zonas más marginadas de los ejes del desarrollo económico de España, el noroeste, para lanzar la propuesta de debate sobre la financiación autonómica y hacer "pedagogía" sobre este fenómeno. Una "pedagogía" que continuará con el debate del estado de la nación, que se celebrará en el Congreso de los Diputados a mediados de mayo, en el que la financiación autonómica ocupará una parte importante, y continuará con la reunión de la Conferencia de Presidentes.

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"Será un momento determinante del debate para decidir entre todos, al mismo tiempo y con la máxima responsabilidad, la de todos los presidentes autonómicos y la del presidente del Gobierno, el modelo de financiación adecuado a este momento", dijo Zapatero.

Una vez que se celebre esa Conferencia de Presidentes y se aborde el nuevo modelo de financiación confrontando las necesidades económicas de cada comunidad, será el Consejo de Política Fiscal y Financiera, el organismo que reúne al Gobierno y a las autonomías, el que dé forma técnica a los criterios políticos fijados por la Conferencia de junio.

Tras reiterar que el modelo de financiación lo decidirán todas las comunidades, y no a través de una relación bilateral de una comunidad como Cataluña con el Estado, Zapatero situó el campo del debate. "Hay dos demandas distintas de las comunidades, que responden a su grado de desarrollo. Allí donde el crecimiento es mayor [en referencia a Cataluña y Madrid], el problema está en la gestión de sus servicios públicos y en su financiación, sobre todo la sanidad y la educación. Allí donde el crecimiento es menor [como las dos Castillas, Extremadura y Galicia], la necesidad pasa por las infraestructuras, las nuevas tecnologías y la atracción de inversiones", señaló.

Así, Zapatero llevó el debate a otro terreno diferente al establecido por las fuerzas que integran el Gobierno tripartito de Cataluña: el PSC, ERC e ICV. La Generalitat reivindica una agencia tributaria propia, la atribución a la Generalitat de capacidad normativa sobre los impuestos y un mecanismo de solidaridad con el resto del Estado que implique que la aportación de Cataluña crecería a medida que la renta catalana fuera mayor que la media estatal. Esta propuesta fue cuestionada el mismo jueves por Zapatero y por el vicepresidente económico, Pedro Solbes, que consideraron que la capacidad de recaudación de los impuestos es exclusiva del Estado y no de una comunidad autónoma, e insistieron en que el modelo de financiación se decidirá, como hasta ahora, entre todas las comunidades y no entre una comunidad y el Estado.

Zapatero se mostró ayer optimista en poder conciliar las demandas de las comunidades más desarrolladas y las menos desarrolladas. "Afortunadamente, España está, por el estado de sus cuentas públicas y por su crecimiento económico, en condiciones de satisfacer ambas demandas", señaló tras de recordar que las tasas de crecimiento económico y de empleo superan las previsiones.

El presidente desdramatizó el debate al recordar que desde el inicio del Estado de las autonomías, hace 25 años, España ha modificado cuatro veces el modelo de financiación y "cada cambio ha generado un debate más o menos intenso". "En esos debates cada comunidad ha puesto sobre la mesa sus planteamientos en defensa de sus intereses territoriales, como va a suceder a partir de ahora, desde que Cataluña ha presentado su propuesta", recordó.

A continuación expuso los tres criterios que manejará el Gobierno central en este debate. "El modelo de financiación se decide por un acuerdo entre todos, pues todos decidimos en conjunto cómo nos financiamos. Tenemos que asegurar la suficiencia financiera, lo que afectará de manera más singular a algunas comunidades con serios problemas para financiar sus servicios públicos. Y, por último, el modelo de financiación, por su esencia, tiene que ir determinado y presidido por la idea de la solidaridad", precisó.

Zapatero reafirmó en León su compromiso de impulsar económicamente el noroeste de España, la zona más marginada del desarrollo industrial, y aprovechó para anunciar la creación del Instituto Tecnológico de la Comunicación en la capital leonesa. La primera consecuencia de este proyecto es el compromiso del presidente de Telefónica, César Alierta, de crear 600 puestos de trabajo en León. "En mis 44 años como leonés, no he visto una inversión de estas características en esta tierra", manifestó el presidente emocionado.

Mientras Zapatero hacía estas declaraciones, el primer secretario del PSC y ministro de Industria, José Montilla, defendía la propuesta de la Generalitat: un modelo de financiación "ambicioso para Cataluña y solidario con España", que respeta las "reglas de juego" y encaja en las reformas institucionales que quiere acometer el Ejecutivo central. También recordó la necesidad de una negociación entre todas las comunidades. "Es una propuesta que nace en Cataluña y es aplicable a las comunidades que lo deseen", dijo el ministro, y no ahorró críticas al líder de la oposición catalana, Artur Mas (CiU), a quien instó a abandonar sus posiciones "maximalistas" y "estar a la altura de las circunstancias".

Cataluña tiene un Gobierno de progreso; España, uno socialista que tiende hacia un sistema federal, y esto es la mejor coyuntura posible para incrementar el autogobierno y mejorar la financiación catalana. Éste fue el mensaje que Montilla lanzó ante la militancia de Valls (Tarragona), durante la inauguración de una nueva sede del PSC. No entró a valorar los detalles de la propuesta del modelo de financiación del tripartito, pero repitió que el Ejecutivo socialista pretende avanzar en "la España plural" y que la propuesta catalana "respeta las reglas de juego y tiene una clara orientación federal". "El Gobierno socialista está plenamente identificado y en sintonía con las aspiraciones de la sociedad catalana y del resto de pueblos de España", señaló. "No podemos negar al resto de pueblos de España el reconocimiento que pedimos para Cataluña", dijo, y añadió que "Cataluña no acepta imposiciones, pero tampoco quiere ni puede imponer. Queremos convencer con argumentos".

José Luis Rodríguez Zapatero, junto a su esposa, Sonsoles Espinosa, en la Feria del Libro de León.
José Luis Rodríguez Zapatero, junto a su esposa, Sonsoles Espinosa, en la Feria del Libro de León.EFE

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