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Bush propone recurrir a fuentes alternativas al petróleo

A los 99 días de asumir su segundo mandato, el presidente de EE UU, George W. Bush aprovechó una comparecencia ante los medios de comunicación para intentar calmar los temores de la opinión pública sobre los precios del combustible, mostrar un criterio moderadamente esperanzador sobre el futuro de Irak y hablar de soluciones diplomáticas incluso con "Gobiernos malvados", como definió a Corea del Norte. Para contrarrestar su caída en la encuestas -directamente proporcional al incremento del precio de las gasolinas-, Bush propuso recurrir a fuentes de energía alternativas o innovadoras -incluyendo la nuclear- que permitan una dependencia menor del combustible extranjero. Y además trató de "limar" su plan para la Seguridad Social, pero los demócratas siguen sin aceptar su propuesta de privatización parcial.

La convocatoria para una rueda de prensa en la noche del jueves pretendía cerrar los 60 días de gira del presidente por todo el país para promocionar su programa de reforma de la Seguridad Social.

De hecho, la única novedad en algo más de una hora de comparecencia residía en una modificación a su plan original de privatización parcial: Bush propuso recortar los beneficios de jubilación de los trabajadores que ahora tienen los mayores niveles de ingresos.

El plan original establece que los trabajadores coticen una cantidad menor a la Seguridad Social para que puedan invertir el dinero que ahorran en fondos privados de pensiones; la modificación que incluye ahora permitiría que el dinero cotizado genere un porcentaje mayor de beneficios a los trabajadores con los salarios más reducidos.

Los demócratas dijeron que nunca morderían ese anzuelo. "Porque todo lo que quiere el presidente es que los trabajadores de clase media paguen con su dinero la arriesgada privatización de la Seguridad Social", dijo la líder de este partido en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.

Nada nuevo que decir

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Era, en todo caso, la primera rueda de prensa en horario de máxima audiencia televisiva desde hace más de un año; la Casa Blanca tuvo que adelantar la hora de inicio al comprobar que las grandes cadenas de televisión se negaban a retransmitirla porque interrumpía la sesión diaria de reality-shows. Con el cambio de hora, las cadenas la retransmitieron, pero la cortaron cuando vieron que se alargaba más de la cuenta, una clara indicación de que no consideraban que el presidente tuviera nada nuevo que decir.

En el terreno internacional, apenas hubo unos pocos minutos dedicados a Irak y a la lucha contra el terrorismo. Bush reconoció que, como dijo hace unos días Richard Myers, jefe de la Junta de Jefes de Estado Mayor, la situación y la actividad de la insurgencia en Irak es similar a la de hace un año. "Aunque estamos ganando", matizó. No respondió a una pregunta directa que le pedía establecer un calendario para la retirada de tropas: "Tan pronto como sea posible", dijo.

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