¿Un país sin tecnología?
El reciente anteproyecto de ley orgánica de educación reconoce, por un lado, la necesidad de la formación en tecnología para los ciudadanos de la sociedad del siglo XXI, y por otro, se impide y limita el acceso a esta formación. La tecnología pasa de ser asignatura troncal y común en los tres primeros cursos de la ESO a ser una asignatura complementaria. Se elimina además el bachillerato tecnológico.
Esto va a suponer a largo plazo una disminución de la capacidad competitiva del tejido productivo del país, por dos razones:
1. Se elimina una formación básica para los alumnos que quieran estudiar ingenierías.
2. Se elimina la base de cualquier formación profesional ya que en tecnología se aprenden las técnicas básicas de mecanizado de maderas, metales, montajes eléctricos y electrónicos, diseño industrial, toma de decisiones, trabajo en equipo, etcétera.
Además, cualquier persona con sentido común puede observar que vivimos rodeados de tecnología: teléfonos móviles, electrodomésticos, PC, DVD, energías renovables, etcétera. Por ello, no queremos que los futuros ciudadanos sean analfabetos tecnológicos.
Esperemos que la ministra reconsidere su anteproyecto de ley y muestre su talante para retirar la propuesta. Sería, en caso contrario, para muchos profesores y alumnos la primera gran decepción del Gobierno de Zapatero.
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