Nutrición con arte
La UPV y la Universidad Michel de Montaigne de Burdeos colaboran en una experiencia artística sobre la alimentación
Un grupo de estudiantes y profesores de Bellas Artes, dos universidades de distintos países, intercambio pedagógico y la alimentación, con sus órdenes y desórdenes. Estos son los ingredientes de la peculiar receta que alumnos y docentes de la Universidad del País Vasco (UPV) y de la Universidad Michel de Montaigne de Burdeos han ideado para crear una experiencia artística y académica poco usual, parte de cuyo resultado se puede contemplar estos días en la sala de exposiciones de la biblioteca central del campus de Leioa.
Distintas disciplinas -cerámica, pintura, escultura, fotografía, instalaciones audiovisuales,...-, muy diferentes estilos y materiales -desde el óleo hasta las barras de pan- han servido como vehículos expresivos para un motivo -la comida- de primera línea en toda la historia del Arte, desde los grandes bodegones del siglo XVII hasta las latas de sopas Campbell que dibujó Andy Warhol el siglo pasado. Tal y como recuerda el decano de la Facultad de Bellas Artes de la UPV, Agustín Ramos, la estética de la alimentación supone un elemento de arte e identidad presente en todas las culturas.
De los 107 trabajos que han presentado estudiantes de la UPV se han seleccionado un total de 15
Con la comida como primer motivo de inspiración se ha pretendido generar un proceso de aprendizaje y de ampliación de conocimientos teóricos y prácticos a través de un intercambio internacional. Y no sólo para alumnos; también los docentes han podido contrastar y compartir sus avances académicos. Así lo cree la profesora Nieves Larroy, una de las coordinadoras de la iniciativa y autora de una de las obras expuestas: "El éxito de estos programas es que la movilidad de las personas suele favorecer situaciones que nos son desconocidas e impactan en nuestra sensibilidad e inteligencia".
Ésta es la sexta ocasión en la que la Facultad de Bellas Artes de la UPV y el Departamento de Artes Plásticas de la universidad bordelesa trabajan en unión. Al igual que en las anteriores, el proceso ha durado cerca de un año. Una vez seleccionado el asunto de trabajo, comienza una labor de gestación de la obra que se desarrolla tanto en las aulas como fuera de ellas. Los alumnos pueden así aplicar los conocimientos que adquieren en clase para dar forma a unos trabajos que pueden llegar a ver expuestos. En este caso, de los 107 trabajos presentados por los estudiantes de la Universidad del País Vasco, se han seleccionado 15, que se han sumado a otros tantos de sus compañeros de la universidad francesa.
Todos ellos han disfrutado además de una experiencia única, ya que han podido participar en una muestra organizada en el Museo de Arte Contemporáneo de Burdeos, todo un referente en Europa. "Es la primera vez que contamos con la colaboración de un centro de arte contemporáneo y para los alumnos ha sido toda una experiencia. Han podido observar todo el proceso que sigue la obra desde su creación hasta su instalación en una sala", apunta Nieves Larroy. Además, los estudiantes han compartido espacio con las creaciones de artistas consagrados, como Piero Manzoni, Daniel Stpoerri o Sophie Calle, que han protagonizado una exposición con idéntico asunto.
Esta vivencia la ha podido experimentar Carmen Marín, una de las estudiantes seleccionadas para el proyecto de colaboración. "Ha sido estupendo exponer al lado de artistas de prestigio. Esto te aporta motivación; no sólo te esfuerzas para sacar una nota, tu trabajo se convierte en algo más importante. Te planteas que hay algo más que las facultades", asevera la joven.
La creación con la que ha participado Carmen Marín lleva por título La chaqueta de Procusto, el personaje de la mitología griega que invitaba a los caminantes a pasar la noche en su casa. Si su talla era inferior a la de la cama, los estiraba con el potro; si era mayor, les cortaba las extremidades. A partir de esta idea, Marín ha creado una prenda de plomo para ofrecer su particular visión de uno de los aspectos más oscuros vinculados con la alimentación: la anorexia y la bulimia.
"La chaqueta representa los estereotipos que nos encierran y que debemos portar con nosotros cada día", explica la autora, quien, además de documentarse con profusión sobre este asunto, también ha hablado con organizaciones de afectadas por ambas enfermedades.
Aunque esta obra no se puede contemplar en Leioa -se halla en estos momentos expuesta en Londres-, Marín destaca como uno de los rasgos más positivos de esta muestra el que las obras de profesores se expongan junto a la de los alumnos sin diferencia alguna, una decisión que la profesora y coordinadora Nieves Larroy considera adecuada. "En mi opinión, no importa que un trabajo bien hecho pertenezca a un estudiante o a un docente. Lo importante es que llegue al espectador. Si es así, da igual que sea de uno o de otro", argumenta.
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