El RACE quiere trasladar el circuito del Jarama y vender los terrenos

El circuito del Jarama, en San Sebastián de los Reyes, se ha quedado viejo, incapaz de cumplir las normativas internacionales de las federaciones de motociclismo y automovilismo. Su propietario, el Real Automóvil Club de España (RACE), quiere clausurarlo y ya tiene la mirada puesta en la construcción de uno nuevo.

El RACE quiere levantar un nuevo espacio dedicado al motor también en San Sebastián de los Reyes, pero más próximo al aeropuerto de Barajas. Pero para realizar la operación, el RACE quiere primero vender los terrenos del actual circuito y, con las plusvalías obtenidas, levantar el nuevo proyecto. Los terrenos del Jarama miden 43,6 hectáreas. Su valor en el mercado dependerá de la calificación que tenga el solar. Ahora, esos terrenos están calificados como de uso deportivo, según explican fuentes del Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes. Las intenciones del RACE pasan porque el Consistorio cambie el uso de los terrenos a residencial o terciario para poder así venderlos a un mejor precio. "Con las plusvalías obtenidas construiremos el nuevo circuito", explica Manuel Vidal, director del actual Jarama. En los terrenos caben más de 1.250 chalés, según estimaciones de Tasamadrid.

La operación implica, además, a la Comunidad de Madrid: la institución que tiene que dar el último visto bueno. El proyecto compite con otro similar que se está fraguando en Pinto.Una de las promesas que incluyó en su programa electoral de 2002 el presidente del RACE, Juan Luis Huidobro, fue la construcción de un nuevo circuito que sustituyese al actual, que se ha quedado obsoleto. El último Campeonato Mundial de motociclismo que se celebró en Madrid fue en 1998. El circuito del Jarama albergó las pruebas, pero fueron las últimas de categoría mundial que pisaron terreno madrileño.

El nuevo proyecto pasa ahora por construir un nuevo espacio dedicado al motor en unos terrenos que están a un kilómetro de distancia de las actuales instalaciones. Este enorme solar (unas ochenta hectáreas) pretendido por el club está ubicado en el término municipal de San Sebastián de los Reyes, al final de la segunda pista del nuevo aeropuerto de Barajas y, por tanto, dentro de un llamado pasillo aéreo con unos niveles de ruido ya muy altos. Esto evitaría los problemas de este tipo de los que se han venido quejando los residentes en las viviendas colindantes al actual Jarama, que se han quedado encajonados entre las nuevas promociones residenciales de San Sebastián de los Reyes y las de San Agustín de Guadalix.

"Estamos viendo qué vamos a hacer con los terrenos actuales y cómo podemos comprar los otros", explican fuentes del RACE. De momento, el solar donde está instalado el Jarama no tiene un precio fijado. Son casi 44 hectáreas de terreno (antes eran 46, pero parte fueron expropiados por la ampliación de la carretera de Burgos) que el RACE quiere vender para la construcción de viviendas.

Con los beneficios sufragaría la nueva sede. "La construcción del circuito, teniendo en cuenta el coste de las obras y lo que nos costaría comprar los nuevos terrenos, sobrepasa los 100 millones de euros", señala el director del circuito, Manuel Vidal.

Expertos inmobiliarios explican que el tipo de urbanización que se podría construir en los terrenos sería similar a una cercana al actual circuito del Jarama y que se llama Club de Campo. Esta urbanización está enclavada en un terreno que mide 37 hectáreas (seis menos que el Jarama) y tiene unos 1.000 chalés, según fuentes del Consistorio de San Sebastián de los Reyes.

Las negociaciones del proyecto se están llevando a tres bandas: RACE, Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes y Comunidad de Madrid. Estas dos últimas instituciones tienen que dar el visto bueno a la operación de compraventa. Fuentes del Consistorio de San Sebastián de los Reyes confirmaron el interés de la corporación municipal en que el circuito del motor se quede en el municipio. El alcalde, José Luis Fernández Merino (PSOE), viajará el próximo 7 de mayo al circuito de Montmeló (Barcelona) para conocer de cerca "cómo es un circuito de alta categoría y ver qué impacto puede tener en la zona", explicaron fuentes municipales. A pesar del deseado cambio, el actual Jarama "es rentable" y está "lleno los 365 días del año", señala un portavoz de la institución.

El proyecto del RACE tiene un rival: el Espacio del Motor, promovido por el Ayuntamiento de Pinto y la empresa Motordraft, integrada por empresarios del sur de Madrid. El proyecto de Pinto está más avanzado, por lo menos en planos. Desde el RACE explican que ellos prefieren ser más prudentes y no empezar a dibujar nada hasta que tengan cerrado el tema del terreno. "Sería vender humo", explican.

Un portavoz de la empresa adelantó algunas señas de identidad del Nuevo Jarama: "El trazado será parecido al del actual circuito. La pista del Jarama de ahora mide 3.900 metros, que serán ampliados unos 600 metros más en el nuevo. También pasaremos de 12 metros de anchura a 20 metros", explicaron los responsables del proyecto. La idea del RACE es que el metro (una posible prolongación o enlace de la futura línea MetroNorte) pase por el Nuevo Jarama. Para llegar al actual circuito, que dentro de poco cumplirá 40 años, sólo hay un acceso directo: la carretera de Burgos. El nuevo circuito también incluye zona de 4x4, de motocross y de karts, y un espacio destinado a empresas relacionadas con el motor.

Tanto el RACE como Pinto venden su proyecto como algo positivo para la candidatura olímpica de Madrid 2012. Pero, de momento, ni el automovilismo ni el motociclismo son deportes olímpicos. Pero hay otra traba: el circuito catalán de Montmeló tiene el contrato para celebrar los grandes premios de España hasta 2011.