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Mas reta a Montilla a salir del Gobierno si el PSOE rechaza el Estatut

CiU organiza un mitin con 5.000 personas para mostrar que la federación sigue viva

Enric Company

Los nacionalistas de Convergència i Unió (CiU) persisten en dibujar las más sombrías perspectivas para la reforma del Estatuto de Autonomía. Ayer, el presidente de CiU y líder de la oposición, Artur Mas, dio por hecho que el Gobierno del PSOE no permitirá la aprobación en las Cortes de una reforma del Estatuto catalán suficientemente ambiciosa como para ser apoyada por CiU. Mas retó a los socialistas catalanes a dejar el Gobierno de Rodríguez Zapatero cuando eso suceda.

A los 16 meses de su pase a la oposición, CiU organizó ayer un mitin en el Palau Blaugrana con el objetivo de enviar a la sociedad catalana, dijo Mas, "el mensaje de que CiU es un proyecto vivo". El sucesor de Jordi Pujol recordó que en los últimos años algunos adversarios de CiU han augurado que la federación se diluiría como un azucarillo si no podía mantenerse en el Gobierno de la Generalitat. La asistencia de unas 5.000 personas al mitin pretendía ser una demostración de vitalidad en la travesía del desierto. La organización de CiU llenó autocares en los cuatro puntos cardinales de Cataluña y logró llenar el auditorio, con un planteamiento idéntico al de las campañas electorales, con profusión de banderas, canciones y vídeos. El pretexto esta vez era la conmemoración del 25 aniversario de la primera investidura de Pujol como presidente de la Generalitat. El contraste con aquel ya lejano 1980 consistía en que los oradores hablaron esta vez sobre un fondo de banderas independentistas, algo inusual en los años centrales del pujolismo.

El acto fue aprovechado por los nacionalistas para rechazar que estén dificultando la consecución de acuerdos en la ponencia parlamentaria que redacta la reforma del Estatuto. Y para responder a las apelaciones a la unidad de los partidos catalanes en torno a la reforma formuladas por el presidente de la Generalitat, el socialista Pasqual Maragall. "No vale pedir esta unidad aquí en Cataluña y luego no ser capaces de votar en el Congreso de los Diputados en favor del uso del catalán en la Cámara", afirmó Mas.

La presentación del PSOE y su Gobierno como reacios a cualquier mejora sustancial de la autonomía catalana fue reiterada por Mas, por el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, y por el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol, que también intervinieron en el mitin. CiU hace caso omiso a los avances registrados con el actual Gobierno del PSOE en reivindicaciones como el reconocimiento del catalán en Europa o la restitución a la Generalitat de la documentación incautada por el franquismo al final de la Guerra Civil.

En cambio, Mas puso como ejemplo de doble lenguaje por parte del PSOE las dificultades con que tropieza el uso del catalán en el Congreso, un asunto por el que hasta ahora CiU nunca había levantado su bandera.

CiU persigue a la vez objetivos aparentemente contradictorios y sus dirigentes lo plantearon ayer más nítidamente que nunca. Por una parte, aseguran que quieren también una ambiciosa reforma del Estatuto y aseguran ser los más interesados en ella. Por otra, sentencian una y otra vez que es imposible que el PSOE acepte una reforma que no sea un simple "retoque".

Con este planteamiento, Mas lanzó nuevos retos a los socialistas catalanes. La unidad que Maragall pide a todos los partidos en torno a la reforma del Estatuto, dijo el líder de la oposición, "se la reclamo para que los socialistas sean capaces de votar en su momento en Madrid lo mismo que salga del Parlamento de Cataluña".

Y como el convencimiento de CiU es que el PSOE nunca accederá a una propuesta catalana verdaderamente ambiciosa, exigió que Maragall aclare qué hará cuando los socialistas catalanes se vean obligados "a votar como un solo hombre junto con el PSOE en contra de Cataluña". Cuando llegue este momento, preguntó, "¿está dispuesto el PSC y Maragall a retirar su apoyo al PSOE, a retirar al ministro Montilla del Gobierno?". Si así lo hiciere, concluyó Mas, "entonces sí habría unidad entre los partidos catalanes y entonces CiU sí estaría junto a Maragall".

Jordi Pujol, durante su intervención en el mitin de ayer.
Jordi Pujol, durante su intervención en el mitin de ayer.EFE

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