"Sí, quiero": comienza la cuenta atrás

Carlos y Emilio tienen en casa una figurita de esas que se ponen en lo alto de las tartas nupciales. Son dos hombres vestidos de chaqué. Emilio nunca pensó que llegarían a usarla. Su novio, Carlos, siempre fue más optimista. La votación del jueves en el pleno del Congreso, en la que se dio luz verde al proyecto de ley de matrimonio homosexual, parece dar la razón a Carlos, un psiquiatra que anhela casarse desde hace 30 años. Los mismos que lleva con Emilio.

Si el trámite parlamentario sigue el calendario previsto por el Gobierno, Carlos y Emilio podrán celebrar su boda en los primeros días del verano. Otros muchos se preguntan qué papeles necesitarán, cómo será la ceremonia o si el matrimonio valdrá también para los extranjeros. Parejas que habían renunciado a la paternidad se replantean ampliar su familia. Comienza la cuenta atrás.

Muchas de las 10.400 parejas de hecho homosexuales que ha registrado el censo, la única cifra que ofrece una estimación de las personas que podrían beneficiarse de esta ley, seguirán sus pasos. Gays y lesbianas españoles formarán parte entonces, junto con holandeses y belgas, del selecto grupo de ciudadanos del mundo sin discriminación alguna por razón de su orientación sexual: podrán declarar a Hacienda juntos, no tendrán problemas para heredar a su cónyuge y los hijos que eduquen en común dispondrán de una pensión en caso de que la pareja se separe. El proceso ya está en marcha: el 57% de los diputados del Congreso ha respaldado el proyecto de ley. Falta que sea ratificado por el Senado, y, si hace falta, de nuevo por el Congreso.

Pero no todos están de acuerdo. El principal partido de la oposición, el PP, votó en contra, además de tres parlamentarios de la UDC. La Conferencia Episcopal se sumó al rechazo de la futura norma civil. "A dos personas del mismo sexo", señalaba la nota de los representantes de la iglesia Católica, "no les asiste ningún derecho" a casarse. Representantes oficiales de judíos, protestantes y ortodoxos compartían postura con los obispos.

Sin embargo, la mayoría de los ciudadanos se manifiesta más en sintonía con lo aprobado: el 66% es partidario del matrimonio de parejas gays, según datos del Centro de Investigaciones Sociológicas.Ocho de cada 10 españoles piensa que la homosexualidad es una opción personal ten respetable como la heterosexualidad.

Seis de cada 10 no consideran un problema que su hijo mantenga relaciones con una persona del mismo sexo. Son más los que opinan que los gays pueden adoptar niños que quienes se oponen.

Gays y lesbianas de todas las edades hablan en estas páginas de la posibilidad que, para su futuro, se ha abierto esta semana. Sobre todo, celebran que casarse, lo elijan o no, es una opción que completa sus derechos como ciudadanos.