Para hidalgos estudiantes
A estas edades, los chicos ya deberían leer de todo. Pero, como es bien sabido, no es así en general. El estudio de los clásicos es uno de los caballos de batalla perdidos en las aulas españolas, y ni siquiera el Quijote, el más universal de nuestros clásicos, se ha salvado de la desidia. Quizá la celebración del IV Centenario sea, finalmente, un acicate para cambiar viejos hábitos, y no cabe duda de que la abundancia de ediciones que ha provocado permite "elegir a la carta" entre adaptaciones, antologías y selecciones, y ediciones completas preparadas para estudiantes.
En esta selección se incluyen tres, las dos primeras que, editadas a finales de 2004, se adelantaban al IV Centenario, y la última aparecida hasta el momento. Todas llevan el mismo título Don Quijote de la Mancha, pero cada una de ellas ofrece diferente contenido.
La de Edelvives es una edición abreviada, de Fernando Gómez Redondo, con introducción, notas y útiles propuestas de actividades. Como curiosidad, el primer capítulo de la introducción, titulado ¿Por qué leer el Quijote?, ofrece veinte argumentos que defienden la vigencia del clásico, extraídos de los discursos de aceptación del premio Cervantes que, en su momento, hicieron autores como Octavio Paz, Vargas Llosa, Buero Vallejo, José Hierro y María Zambrano, entre otros ilustres galardonados.
La de Vicens Vives es una adaptación de la novela de Cervantes a cargo del escritor Eduardo Alonso, con introducción de Martín de Riquer, uno de los grandes cervantistas españoles, en una atractiva edición ilustrada por Ambrus. Y, finalmente, la de Alfaguara es una antología, anotada por Milagros Rodríguez Cáceres, que firma también un clarificador estudio sobre el autor y la obra. La edición incluye, además, un prólogo del Nobel José Saramago y una selección de grabados de Gustavo Doré.
