Los colaboradores de Moto culpan al Gobierno español de su desaparición
"La absoluta e intolerable falta de garantías mínimas de seguridad en el entorno del presidente del Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio, Severo Moto Nsá, obligaron a éste a tomar muy en cuenta la posibilidad de encontrar asilo en otro país que mantuviese menos contactos amistosos con el régimen de Obiang Nguema". Así empieza un comunicado de la oposición ecuatoguineana en el exilio, difundido ayer por Internet, que responsabiliza al Gobierno español de la desaparición de su líder. "Las frecuentes advertencias públicas a Severo Moto por parte del responsable de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, empujaron al presidente a abandonar el país", argumenta el texto. El Ministerio de Asuntos Exteriores negó ayer que haya amenazado a Moto, que se encuentra en paradero desconocido desde el pasado 18 de marzo.
La oposición ecuatoguineana asegura que Severo Moto tuvo que abandonar España -sin revelar dónde se encontraba- "en busca de apoyos que garantizasen no sólo su supervivencia personal, sino también la del proyecto que ha movido su vida: liberar a Guinea Ecuatorial del yugo de la dictadura". Añade que "la pérdida de contacto de las autoridades españolas con Severo Moto prueba de forma tajante el estado de absoluto abandono y exposición del presidente ante las amenazas constantes contra su vida". Y por eso "el Gobierno español ha incumplido sus obligaciones respecto a la seguridad de un refugiado político en España", es decir, la de Severo Moto.
Intereses energéticos
El principal argumento que avanza el comunicado para responsabilizar al Gobierno español es que a éste "no le gusta Severo Moto" porque "representa una amenaza para su expansión energética en Guinea Ecuatorial". El texto explica que el régimen de Teodoro Obiang Nguema y el Gobierno español alcanzaron "unos acuerdos" durante el reciente viaje de Moratinos a Malabo para "concesiones de petróleo a la compañía Repsol". Moratinos aseguró entonces a Obiang, según la oposición, "su apoyo y su total ofrecimiento a mantener a Severo Moto en el punto de mira de todas las advertencias".
El Ministerio de Asuntos Exteriores español reaccionó sin esperar a las acusaciones de los colaboradores de Moto. Fuentes diplomáticas negaron ayer que el departamento de Exteriores o su titular, Miguel Ángel Moratinos, hayan amenazado en alguna ocasión, "ni en público ni en privado", a Moto, con quien, precisaron, no mantuvieron ningún contacto. El Ministerio de Exteriores añadió que el presidente del autoproclamado gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio tenía el estatuto de refugiado político y que recibía por parte del Gobierno español toda la protección necesaria. El Gobierno Obiang, por su parte, aseguró ayer que no tenía "ni de lejos ni de cerca" ninguna relación con la desaparición de Moto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.