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El macrojuicio por los atentados de las Torres Gemelas se inicia hoy vigilado por 100 policías

Es el proceso más importante celebrado en Europa contra presuntos terroristas de Al Qaeda

El proceso más importante de los celebrados en Europa contra presuntos integrantes de Al Qaeda se inicia hoy en un pabellón de la Casa de Campo, de Madrid, que el Ministerio de Justicia ha habilitado como sala de vistas de la Audiencia Nacional. Los acusados son 24 presuntos terroristas islamistas procesados por formar parte de la célula española de la organización que dirige Osama Bin Laden. Tres de ellos, Imad Eddin Barakat Yarkas, Abu Dahdah; Driss Chebli, y Ghasoub al Abrash Ghalyoun, Abu Musab, están acusados de colaborar con la célula que el 11 de septiembre de 2001 atentó contra las Torres Gemelas de Nueva York y contra el Pentágono, en Washington.

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Las medidas de seguridad para este proceso son excepcionales y más de un centenar de policías participarán en las tareas de vigilancia y protección del pabellón donde se celebra la vista, en cuyos bajos se han habilitado un total de ocho calabozos.

La sala cuenta con una pecera de cristal a prueba de balas, a semejanza de la existente en la sala blindada de la Audiencia Nacional, con capacidad para 32 acusados. En este caso, la capacidad es más que suficiente ya que sólo 23 de los 24 acusados -el periodista de Al Yazira Taysir Alony se encuentra en libertad por motivos de salud- deberán ocupar el recinto blindado.

Sofisticados métodos de seguridad, circuitos de televisión y barridos electrónicos para evitar las bombas accionadas por mando a distancia son varias de las medidas que están ya en funcionamiento.

El pabellón ha sido habilitado para sala de vistas en un plazo de tres meses y en principio será utilizado en tres macrojuicios: el que empieza mañana, que tiene una duración prevista hasta principios del verano; el del sumario 18/ 98 del Juzgado Central 5, sobre el entramado mediático y financiero del entorno de ETA, que previsiblemente se iniciará en otoño, y el del 11-M, que probablemente comience en la primavera de 2006.

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Gran trascendencia

El juicio que se inicia hoy tiene gran trascendencia, según manifestó ayer el fiscal de la Audiencia Nacional especializado en terrorismo islamista Pedro Rubira, y previsiblemente marcará la pauta para el que en su día se celebre contra los presuntos autores de los atentados de los trenes de cercanías del 11-M.

Rubira señalaba que el tribunal deberá asumir las características de los grupos que integran el terrorismo islamista, mucho más difuso que los organigramas piramidales y perfectamente estructurados de las organizaciones terroristas occidentales, como ETA.

El tribunal estará presidido por el titular de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez, e integrado por la magistrada Ángela Murillo, que actuará de ponente y será la encargada de redactar la sentencia, y el magistrado Ricardo Rodríguez Gutiérrez, que ha sustituido recientemente a su colega Luis Martínez de Salinas.

El fiscal, que es la única acusación del caso, solicita para el presunto jefe del grupo, Imad Eddin Barakat Yarkas, Abu Dahdah, penas que suman 62.512 años de prisión por entender que él, Driss Chebli y Ghasoub al Abrash Galyoun, Abu Musab, dieron cobertura en España a los miembros del comando que realizó los ataques del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas y el Pentágono.

El fiscal ha calculado su petición sobre la base de que hubo 2.500 fallecidos en esos atentados y de que cada asesinato terrorista se castiga con 25 años de prisión. Sin embargo, la cifra oficial de víctimas mortales ascendió a 2.973, por lo que posiblemente elevará la petición de pena hasta los 74.000 años de prisión. No obstante, y en caso de ser condenados, sólo cumplirían 30 años, el máximo previsto en la legislación española en el momento de los hechos.

Los restantes 21 acusados se enfrentan a peticiones entre los 9 y los 27 años de prisión, en su mayoría por delito de pertenencia a banda terrorista, aunque también hay tenencia ilícita de armas, depósito de explosivos o estafa (ver gráfico adjunto). Varios de los acusados tienen relaciones con algunos de los imputados por el 11-M, e incluso Driss Chebli fue imputado esta semana por esos atentados.

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